Casado: «Con Sánchez pasamos del estado de alarma al caos»

Pablo Casado no fue el único en el PP que utilizó las imágenes de los desmanes y festejos para atacar al Ejecutivo central. La vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, igualmente acusó durante un acto en Murcia directamente a Sánchez. «El Gobierno, con su pasividad, falta de responsabilidad y exceso de soberbia, se ha negado a dotar a las comunidades de instrumentos», reprochó.

Por su parte, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea -Ciudadanos-, apuntó que las imágenes de las concentraciones están en el «debe del Gobierno», que debería de presentar su «dimisión» si se vuelve a ver obligado a decretar un nuevo estado de alarma por un nuevo repunte de la pandemia. «Era demasiado pronto para pasar de 0 a 100. Es una absoluta irresponsabilidad por parte del Gobierno», dijo el dirigente castellano-leonés, quien recordó que su comunidad no ha suprimido el toque de queda, sino que ha sido el Ejecutivo de Sánchez el que ha hecho que «decaiga» al negarse a prorrogar el estado de alarma.

El Gobierno central mantuvo un silencio sepulcral durante toda la jornada y evitó pronunciarse sobre las muchedumbres en las calles para celebrar el fin de las restricciones tras 197 días. Lo más cercano al Ejecutivo que se dejó escuchar fue el exministro de Sanidad, Salvador Illa, quien mostró su preocupación por lo ocurrido la madrugada de este domingo. «Se acaba el estado de alarma pero la pandemia continua. Hay que ser constantes en el seguimiento de las recomendaciones sanitarias y en el ejercicio de la responsabilidad», apuntó Illa.

El alcalde de Madrid se mostró muy duro con los jóvenes que salieron a la calle, aunque evitó reproches a Moncloa a diferencia de sus correligionarios. «Hacer un botellón en la ciudad de Madrid no es libertad. La libertad no consiste en infringir las normas, la libertad no consiste en hacer botellones porque los botellones no están permitidos en la ciudad de Madrid, cada uno también tiene que ser consciente de que vive en sociedad», dijo José Luis Martínez Almeida.

Su número 2, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, sí que lanzó toda la artillería contra Sánchez tras los desmanes en las capital de España de madrugada. «Todo esto es el reflejo de una actitud todavía más insensata que es la del presidente del Gobierno, que ha decidido terminar un estado de alarma y lanzarnos directamente al vacío«, dijo la política de Ciudadanos.

La izquierda en Madrid se mostró más comprensiva con los jóvenes que tomaron las calles tras seis meses. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Pepu Hernández, vio «lógico» que se desatara la fiesta porque «la gente está ya muy cansada» pero pidió a los ciudadanos «calma y paciencia» porque la pandemia continúa.

También el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, pidió «infinita prudencia» a la población. «Esto no se ha acabado, esto va a durar hasta que acabemos con todo el proceso de vacunación e incluso ahí seguiremos teniendo limitaciones y condiciones porque la transmisión se va a seguir produciendo«, avisó.

Las concentraciones multitudinarias en Barcelona provocaron también la reacción de los propios Mossos. El director del cuerpo autonómico, Pere Ferrer, lamentó la «irresponsabilidad» por parte de una minoría «insolidaria» que celebró el fin del toque de queda en fiestas masivas sin mascarilla, al tiempo que pidió «autorresponsabilidad,» porque «el riesgo no es ser multado, sino contagiarse».

No hubo críticas directas desde el Gobierno vasco a Sánchez, pero si algún lamento. La portavoz del Gobierno de Vitoria, Bingen Zupiria, tras los festejos en Euskadi y otros puntos de España, insistió en que hubiera sido «conveniente» que la transición tras el estado de alarma fuera «menos abrupta».