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ALBERTO ARCE
Jueves, 25 de abril 2019, 12:52
Una mujer embarazada de 9 meses que quería dar a luz en su domicilio de Oviedo fue trasladada ayer al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) por la Policía y bajo la orden de uba jueza del juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo. ... La mujer, que había sobrepasado ampliamente las 42 semanas de gestación, ingresó en el hospital a las 17.30 horas bajo tutela judicial. Se había puesto de parto minutos antes de que llegase la Policía. A las 10 de la mañana la mujer ya había dilatado 7 centímetros.
Como ha podido conocer este diario, la mujer, de la que hasta el momento se desconoce su estado, dejó de acudir al HUCA en la semana 35 de embarazo. Ayer, y al encontrarse cerca del tiempo en que los sanitarios suelen inducir el parto en este tipo de casos, el subdirector de servicios Quirúrgicos y Críticos del hospital solicitó al juez el ingreso de la paciente avalado por un informe del jefe de servicio de Obstetricia en el que se exponía un riesgo «real» de «hipoxia fetal» y de «muerte fetal intrauterina».
La mujer; no obstante, permaneció en su domicilio para dar a luz a la manera tradicional. Una práctica considerada «de peligro» en este tipo de casos.
Según fuentes del TSJA, la jueza atendió al informe del jefe de Obstetricia para dictar la orden, al encontrarse el feto «en peligro», «y no a otras cuestiones».
Sin embargo, Francisca Fernández Guillén, abogada especializada en Derecho Sanitario, Derecho Administrativo, Derechos del Paciente, negligencias médicas y responsabilidad profesional, que está asesorando a la familia, no opina lo mismo. «Los médicos tenían el seguimiento completo del embarazo y no había ningún motivo para que la jueza ordenase así el traslado», comentó. «No había ningún riesgo, la familia se lo estaba pensando, pero el hospital ha actuado de una forma muy agresiva». Algo que, en sus palabras, va «contra los Derechos Humanos» por el derecho de la mujer a elegir las circunstancias de su parto.
Desde el centro sanitario extreman las precauciones. «No podemos revelar ningún dato que atente contra el derecho a la confidencialidad de la paciente», afirmaron.
La Policía se trasladó durante la tarde de ayer hasta la residencia de la embarazada para trasladarla al hospital, dado el peligro que tanto ella como su bebé corrían. En el domicilio, los efectivos sanitarios que acompañaron a los agentes comprobaron el estado de ambos y trasladaron a la madre de urgencia al HUCA, donde aún permanece dilatando «de forma normal», anticipó Fernández Guillén, y «sin necesidad de inducción», sentenció.
Desde el hospital confirmaron a este diario que el parto en casa es una «práctica que puede tener lugar siempre y cuando exista un seguimiento por parte del personal médico y no haya peligro para la madre o el bebé».
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