La barra de Suances, bajo vigilancia

La petición que llevan tiempo demandando desde la Cofradía de Pescadores se antoja compleja de ejecutar y a buen seguro que cara, adjetivo éste de permanente calificación en los tiempos que corren. El Gobierno regional ni descarta ni se pronuncia sobre espigones o diques de protección pues, entre otras cosas, viene estudiando diversas alternativas. Pero de momento ha decidido tirar por la calle de la innovación. Y según asegura por escrito a una pregunta del diputado del PP Francisco Javier Rodríguez, va a implantar este mismo año un sistema de ayuda a la navegación.

Considerada como una de las más complicadas de cuantas existen en el norte, la barra de Suances es puro baile de arena en el encuentro del río Saja con el Cantábrico debido a las corrientes y al oleaje. Y encontrar canal suficiente para atravesarla en barco, en ocasiones resulta una odisea. El objetivo del proyecto que va a implantar el Gobierno es diseñar un sistema «que permita la determinación en tiempo real de la posición de las barras, zona de rompientes y profundidad en la bocana del puerto», se lee en la respuesta oficial, «y ponga dicha información a disposición de los usuarios del puerto» a través de una página web a la que se podrá acceder desde los distintos dispositivos móviles.

Su funcionamiento, al parecer, se basaría en la toma de imágenes mediante cámaras instaladas o apuntando a la bocana y en su inmediato análisis. «Una vez georreferenciadas y con el apoyo de un mareógrafo, serán tratadas para la obtención de planos de zona de rompientes y batimetría», explica el Gobierno. Una herramienta que vigilaría y actualizaría en tiempo real cualquier cambio de la barra para prevenir a las embarcaciones.

Los pescadores, en contra

Los pescadores suancinos, más que escépticos, se muestran muy poco convencidos de su efectividad. El patrón mayor lo señala de forma meridiana: «No va a servir. Eso es tirar el dinero», apunta José Antonio González. Así se lo hicieron ver en su día a los responsables de la Consejería de Obras Públicas y así lo reiteran ahora que el Ejecutivo ha decidido implantarlo. «Cuando vinieron a explicárnoslo, ya les dijimos que eso de poco iba a servir a los pescadores», insiste González. «Les repetimos que lo que de verdad se necesita aquí es un espigón. Quedaron en que iban a mirarlo y estudiarlo hace un año, pero ellos van a lo suyo».

Del puerto de Suances salen a faenar a diario ocho embarcaciones y unos 40 hombres. Los días de calma la navegación a través de la barra es placentera, pero en jornadas con la mar revuelta o con más de dos metros y medio de ola... se ponen en mucho riesgo embarcaciones y pescadores, por lo que las más de las veces, por seguridad, deciden enfilar a otros puertos. Y cada vez que eso sucede, «que es muy a menudo, por desgracia», echan en falta medidas de protección similares al espigón que se construyó en Comillas.

González sostiene que lo primero es «arreglar la puerta de entrada» al puerto de Suances, «por los de aquí y por los de quieran venir de fuera. Los barcos de pesca desde octubre hasta hace veinte días, como quien dice, apenas entramos aquí. Y la mayoría de los barcos de recreo y turistas ni salen de la ría porque tienen miedo».

Los pescadores de Suances insisten en que la solución no pasa por un sistema de ayuda a la navegación sino por la construcción de una especie de rompeolas que parta desde la Punta del Dichoso. «Nos vendría muy bien, porque riesgos aquí hay todos, y estamos hablando de vidas humanas. Ese sistema nos va a servir de poco o nada a los profesionales. No les voy a llevar la contraria», apunta; «si quieren gastar dinero, que lo hagan, pero aquí lo que se necesita es el espigón».