«Acercaos más, que sois los Reyes más guapos»

Por ello, una joven, con la bandera de España atada a la cintura gritaba: «Acercaos más, que sois los Reyes más guapos». Muchos de los vecinos que se acercaron a Nueva Ciudad se quejaron del exigente cordón de seguridad porque «apenas les vemos». Como Begoña, Beatriz y María, residentes en Tanos, y que se tuvieron que conformar con contemplar a los Monarcas tras unas vallas en una de las calles adyacentes. «No entendemos por qué unos pueden pasar y otros no, y es que desde aquí atrás apenas se les ve», lamentaban.

Sonia Ruiz, otra vecina del barrio, logró pasar el control de seguridad no sin antes dar varias vueltas. «Me parece muy bien que vengan los Reyes, creo que es una buena noticia para Torrelavega, pero que los del barrio tengamos que estar dando vueltas por el tema de la seguridad me parece un poco desorbitado». Acomodada en la terraza de uno de los bares próximos, Asunción Navarro, maestra jubilada del colegio José Luis Hidalgo, aguardaba la llegada de los Monarcas que se produjo minutos antes de las 11.30 horas. «Para el barrio este es un día histórico, ver aquí a don Felipe es un honor... y es que es tan guapo».

En otro bar, Mesón Stune, una de las camareras, María Fernández, entre café y café, y ya alguna cerveza, reconocía que «el ambiente no es el de otro miércoles cualquiera». «Hay mucha más gente y eso para nosotros es lo importante, que vengan al barrio, que haya ambiente», decía. Incluso tuvo tiempo de dejar un segundo la barra y acercarse a la valla para ver a los Reyes. No tuvieron esa suerte los peluqueros Hilario y Mónica, que con clientes en el salón se quedaron con las ganas aunque «encantados de ver el barrio con este ambientazo toda la mañana». En la pescadería Suances, las dependientas también «encantadas» con el devenir de la jornada. «Si entran los Reyes les ofreceríamos unos bocartes del Cantábrico... bueno ya no que se han acabado», y eso que estaban a 7,90 euros el kilo, pero es que «son de los de aquí, de los buenos», apuntaban.

Y por si le faltara poco a la visita de sus Majestades a Torrelavega, unos jóvenes vecinos de Gran Canaria esperaban sentados en el borde de la acera a la salida de los Reyes del Ferial. Eugenio, junto a sus hijos Eugenio, Rodrigo y Valeria aguardaban el momento. «Estamos pasando unos días en Santander y vimos en el periódico que venían los Reyes y nos hemos acercado», explicaba el padre de familia. Mientras, la pequeña Valeria, de seis años, esperaba tener más suerte a la salida de Felipe VI y Letizia. «Antes solo vi al Rey porque es muy alto», comentaba. Y entre aplausos y vítores también se escucharon las proclamas de un nutrido grupo de antimonárquicos concentrado en una de las calles anexas en una mañana «distinta» en el Ferial.