Castilla y León y Canarias, ganadores en el Certamen Nacional de Cocina de Torrelavega

Las lágrimas, los abrazos y los cánticos desataron las emociones en la entrega de premios, la guinda a un concurso que, en las últimas 48 horas, ha convertido el Concha Espina en una gran cocina con hasta cinco fogones funcionando al mismo tiempo. Hubo más premios, para la segunda y tercera posición: fueron para Islas Baleares y Canarias, en la categoría de cocina; así como Extremadura y Madrid, en la de repostería, respectivamente.

El jurado se lo tuvo que pensar mucho para elegir al mejor de todos ellos. El concurso estuvo muy reñido y marcado por los detalles. Finalmente, el gran premio, el de cocina, fue para la elaboración de los castellanoleoneses Víctor Talavera Martín y Andrea San José Díez. Al primero le costaba contener la emoción tras recibir esta distinción, dotada además con 3.000 euros: «Es impresionante, un orgullo. Llegar a un campeonato nacional con el nivel que hay es una locura. No me lo esperaba para nada. Quedar en primer lugar es increíble. Hemos trabajado mucho los platos, intentando que las elaboraciones queden bien con los productos. La cocina hay que sentirla».

No paraban de hacerse fotos y recibir el abrazo de amigos, familiares y también rivales. Las banderas regionales y los guiños estaban por todas partes en el Concha Espina. También el acento canario. David Ruiz Sanz y Priscila Medina Quintero se encararon de elevarlo a lo más alto, con otro primer premio a la mejor elaboración de repostería. Decía ella: «Estoy muy contenta. No me lo esperaba para nada porque hay muchísimo nivel. Siempre hay un compañero en el que te fijas y te impresiona por su plato. Estamos muy felices», expresaba esta cocinera. A partir de ahora, confiesa, se plantea dedicarse exclusivamente a la pastelería.

Igual de sentidas fueron las palabras de los hermanos Abel y Juanma Castaño, los autores de un plato hecho con hojaldre y que ya se ha ganado el paladar y el corazón de los torrelaveguenses: 'Otoño junto a la lumbre'. Hay «mucho trabajo detrás de ese pequeño postre», como reconocía el primero de los hermanos nada abrazarse a la comitiva extremeña. Se llevan consigo el primer premio en la categoría especial del hojaldre: «Estamos muy agradecidos e ilusionados. La cocina es una pasión para nosotros. Desde pequeños, nuestros padres nos la fueron inculcando».

Y eso se ha contagiado y mucho en las últimas horas en Torrelavega, gracias a este certamen organizado por la Asociación de Cocineros de Cantabria en colaboración con el Ayuntamiento. «Estamos encantados de cómo ha salido todo», expresaba el alcalde, Javier López Estrada, al inicio de la gala y acompañado por el presidente de dicha entidad, Floren Bueyes, y el concejal de Dinamización, Jesús Sánchez. «Ver el teatro así es un espectáculo», expresaba, tras la entrega de una chaquetilla por parte del Consistorio al cocinero Koldo Royo, en guiño a la edición del próximo año, que tendrá lugar en las Islas Baleares.

Este año, la de Torrelavega ha dejado un muy buen sabor de boca a la organización y al público, que ha disfrutado en los últimos dos días de una clase en directo de cómo elaborar carnes, pescados y postres. Si pasaron por el Concha Espina lo han podido comprobar, por el ambiente y el olor de los productos, de primera calidad, cocinándose a fuego lento. A los machotes y picañas del lunes, le siguieron la mejor leche de Cantabria, los quesos y el hojaldre torrelaveguense, en una competición en la que se volvieron a dar cita hasta siete autonomías –Cantabria, Islas Baleares, Canarias, Madrid, Aragón, Extremadura, La Rioja–, además de la Asociación de Paradores de Turismo.