El centro de mayores de La Inmobiliaria abrirá en julio tras año y medio de retrasos

El edil obligado a dar la cara durante esa demora y ahora la noticia de su inauguración, el de Obras, José Manuel Cruz Viadero, celebra la apertura del centro y los usos que recibirán sus estancias: zona de recepción y ludoteca, de 28 metros cuadrados; un telecentro con doce puestos de informática y una zona de biblioteca, de otros 32; tres salas de actividades divididas mediante paneles móviles, que podrán unirse hasta los 70 metros cuadrados de superficie total para los actos de mayor afluencia de personas; una zona de distribuidor, abierta a la exposición mural de trabajos, pinturas y fotografías; sin contar con una pequeña oficina y un altillo como almacén. El interior de los dos locales de 268 metros cuadrados que adquirió el Ayuntamiento antes de las obras poco se parece al del nuevo recinto de mayores, con fachada exterior a la propia calle Julián Urbina e, interiormente, a la Plaza Chanete.

Esta zona de esparcimiento, decorada con un mural de diferentes cuevas prehistóricas de Cantabria, es una de las más esperadas por los futuros usuarios y también por la asociación de vecinos Rioindiana. Su portavoz, Gonzalo Llamosas, viene encarnando la desesperación de todos los vecinos del barrio durante todos los aplazamientos de la actuación. De hecho, sigue sin fiarse. «Hasta que no limpien esa plaza, esto no se puede abrir», declara, antes de enumerar una serie de actuaciones pendientes en la Inmobiliaria, desde la renovación del pavimento en la calle Hermilio Alcalde del Río, la rehabilitación del aparcamiento municipal que lleva su nombre -de grava- hasta la mejora de la iluminación en el barrio, «insuficiente» a día de hoy con la luz que proyectan las farolas.

Caso aparte merece el estado que presentan los cajeros de Liberbank-Unicaja, el último rescoldo de esta entidad bancaria tras el polémico cierre de su oficina en la confluencia de las calles José María Pereda y Ceferino Calderón -al igual que otra en Barreda-. Inoperantes por culpa de unos grafitis dibujados en la pantalla, los vecinos del barrio urgen una solución «inmediata» para efectuar sus gestiones. «Es una vergüenza que tengamos que buscarnos la vida de esta manera», critica Llamosas, indignado por la falta de respuestas.

La triste herencia que Liberbank-Unicaja ha dejado en La Inmobiliaria sigue a un controvertido proceso de cierre anunciado por la empresa hace meses. Entonces, las movilizaciones anunciadas por los vecinos no fueron la única reacción que generó este repliegue de oficinas en la ciudad. Hasta el alcalde, Javier López Estrada, se posicionó rápidamente del lado de los afectados y llegó a calificar de «vergüenza» el comportamiento de algunas entidades. Para hacerse una idea, con el cierre, la oficina más próxima se situará en la calle José María Pereda, una ubicación «muy lejana para las personas con movilidad reducida», como ya lamentó Llamosas.