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«Huele que alimenta», fue una de las frases más repetidas esta mañana en el centro de Torrelavega, convertido en una gran fiesta gastronómica con motivo de la celebración del segundo Gran Capítulo de la Cofradía de los Cocidos de Cantabria. La hermandad, que nació ... y tiene su sede en la capital del Besaya, aprovechó la ocasión para homenajear a los cocineros Jesús Sánchez y Zacarías Puente, y al consejero de Turismo, Javier López Marcano. La popular cita contó con la participación de cientos de personas en un magnífico día de sol.
El programa incluyó diversas actividades, entre las que destacó un concurso de ollas ferroviarias en la Plaza Mayor y su entorno, que tuvo cerca de medio centenar de inscritos. Familias y grupos de amigos dedicaron varias horas a preparar el tradicional cocido montañés y el olor a las alubias, la berza y el compango se fue propagando según avanzaba la mañana. Hubo camaradería y buen humor, pero también competencia por obtener alguno de los seis premios en juego: desde el primero, dotado con 300 euros, a los 50 que se llevó el primer clasificado entre los empadronados en Torrelavega.
«Hoy ha tocado cocido, pero otro día pueden ser patatas con carne o marmitaco. Lo importante es pasar un buen rato y después comer bien», decía al pie de su olla José Antonio, junto a unos amigos. «Nos está saliendo bastante bien. Está casi hecho, sólo queda que pose», apuntaba Paco, otro integrante de la cuadrilla.
Al iniciarse la jornada, tuvo lugar en el Bulevar Demetrio Herrero la recepción a las otras hermandades participantes: Anchoa de Santoña, Bonito del Norte de Colindres, Espárrago de Navarra, Hojaldre de Torrelavega, Amigos de los Nabos de la Foz de Morcín, Nécora de Noja, Vino y Orujo de Liébana, Pimiento y Tomate de Ampuero, Queso de Cantabria y El Zapico. Después se realizó un pasacalles por la ciudad, amenizado por grupos folclóricos: Agrupación de Danzas Virgen de las Nieves de Tanos, Bandina de Gaitas de Traslarroza, Piteros Los Peralos y Ronda Salines de Cabezón de la Sal.
A las doce del mediodía, el salón principal del Círculo de Recreo fue escenario del Gran Capítulo, en el que el Gran Maestre, Gabriel Argumosa, tomó juramento a los nueve nuevos miembros de la Cofradía de los Cocidos: Alberto García Rivero, Alfonso Fraile García, Carlos Gala Oceja, David Arias Poo, Jesús Gómez Oláiz, José Luis Ortiz San Sebastián, Juan José García Corona, Luis de Diego Fernández y Luis Manuel Castro del Campo.
Seguidamente, se procedió al nombramiento de Zacarías Puente como Cofrade Emérito. Nacido en Guriezo, el popular hostelero abrió su primer restaurante en 1964: el Risco de Laredo. En 1985 fundó la Cofradía del Queso y, entre otros galardones, posee la Cruz Oficial de la Orden del Mérito Agrícola. «El sentido de las cofradías es la hermandad y la del cocido se dedica a ensalzar la cultura para alimentar nuestra alma», dijo el octogenario empresario, «muy feliz» por el reconocimiento público.
A continuación tuvo lugar el homenaje al más laureado de los chef cántabros, Jesús Sánchez, que fue nombrado Cofrade de Honor. Tiene tres estrellas Michelin y tres Soles Repsol, y es propietario desde 1993 del restaurante Cenador de Amós en Villaverde de Pontones (Ribamontán al Monte). También regenta el Restaurante Amós en el hotel Rosewood Villa Magna, de Madrid. Recientemente, ha obtenido dos importantes galardones: Premio Nacional de Gastronomía al mejor cocinero y Premio Nacional de Hostelería. Sánchez acogió el nombramiento de Cofrade de Honor con «verdadera satisfacción» y recordó que él sólo es «la cara visible» de un proyecto en el que «trabaja mucha gente con ilusión y ganas de hacer nuevas cosas; ellos son los que me dan fuerza para seguir luchando».
Finalmente, se procedió al nombramiento de López Marcano como Gran Embajador de la Cofradía de los Cocidos. El consejero de Turismo, que preside otra hermandad (la del Hojaldre), dijo que dedica su vida pública a alcanzar tres objetivos: «Ser el más cántabro de los cántabros, el más torrelaveguense de los torrelaveguenses y el más cofrade de los cofrades». Cerró el acto el Gran Maestre anfitrión, Gabriel Argumosa, señalando la meta principal de su colectivo: rendir homenaje a las mujeres que durante siglos sacaron adelante la receta de los cocidos en Cantabria.
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