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El último tramo de la calle Consolación, una de las principales arterias comerciales de Torrelavega, estrena por fin una nueva imagen. Las obras de peatonalización, entre Conde Torreanaz y la confluencia de Ancha y Carrera, han concluido con dos meses de retraso tras ... superar «muchos problemas». Así lo reconoció ayer el alcalde en funciones, Javier López Estrada, tras visitar el vial para anunciar que ya puede ser utilizado por los peatones y que después de las fiestas se abrirá al tráfico para el acceso a garajes y labores de carga y descarga.
López Estrada dijo que con la entrada en servicio de este tramo se cumple el objetivo del equipo de gobierno municipal: «Dar continuidad a este itinerario comercial y de visitantes, que une las iglesias de la Virgen Grande y La Asunción, los dos referentes más importantes de la arquitectura religiosa en Torrelavega». «Una vía comercial -explicó- que tenía que estar conectada de una manera accesible y eso es lo que hemos hecho. Ha quedado vistosa, moderna, muy bonita, y creo que va a ser muy bien aceptada por comerciantes, vecinos y transeúntes».
Eso sí, el sustituto de José Manuel Cruz Viadero, que está de vacaciones, reconoció que ha sido una obra «delicada, con muchos problemas», que obligó incluso a levantar la franja central del pavimento porque «el material estaba defectuoso». Según López Estrada, fue una decisión que se tomó a tiempo y de la que se siente orgulloso porque «hoy podemos ver la calle terminada». Se retiraron las baldosas, de gran tamaño, tras comprobar que se partían «probablemente por un periodo corto de fraguado o una dosificación de mortero demasiado pequeña». Lo cierto es que era un material «muy frágil», que además «tenía bolsas de colorante que provocaban agujeros».
Antonieta Marinova, una comerciante de origen búlgaro que regenta un establecimiento de cosmética, también mostraba ayer su satisfacción porque por fin se han acabado para ella «unos meses duros», debido a «los ruidos, el polvo y la falta de clientes». Ahora afronta el futuro con la esperanza de que «llegue más gente y el negocio empiece a funcionar bien».
Rocío Pino, que abrió una agencia de viajes a finales de junio, dice que ella no lo sufrió tanto porque «ya había pasado lo peor». La joven comerciante elogia el resultado final: «Es una calle que pedía ser peatonal y ha quedado superancha. Yo estoy contenta, los últimos retrasos no han sido para tanto».
El Ayuntamiento adjudicó la obra el pasado mes de diciembre a la empresa local Siec en 253.769 euros. Fue la oferta más ventajosa de las 24 presentadas. Con el fin de incrementar la participación ciudadana, los vecinos eligieron por primera vez el pavimento a través de una encuesta en la web municipal. De cara a las fiestas patronales de Torrelavega, que se iniciarán el próximo viernes, el alcalde en funciones espera que el resto de las obras no causen grandes problemas, ya que todas se realizan en la periferia de la ciudad, salvo la remodelación de la Plaza de Abastos.
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