Detenida la mujer que amenazó de muerte a Julio Ricciardiello, profesor de Torrelavega

El arresto tuvo lugar en el bar Andros-La Bodega, situado en la Avenida de Solvay, cerca del centro escolar. Pasaban quince minutos de las nueve de la mañana y la mujer acababa de acceder al establecimiento, del que es clienta habitual, cuando tres agentes no uniformados procedieron a su detención. La acción, rápida, se completó con la llegada de dos coches patrulla, y fue introducida en uno de ellos.

La mujer, que se encontraba en busca y captura, tiene diversas causas judiciales pendientes y la Policía actuó a petición de uno de los jueces. Al parecer, no suele atender las citaciones de los juzgados. Un ejemplo fue el juicio celebrado en octubre por la denuncia de Ricciardiello, al que no se personó.

El maestro ha preferido guardar silencio tras la intervención policial. Sí ha mostrado su satisfacción porque la Consejería de Educación por fin se ha puesto en contacto con él, seis meses después de que recibiese las amenazas de muerte. Riciardiello ha sido convocado a una reunión que tendrá lugar hoy en el servicio de inspección de la Consejería.

El profesor trabaja en el Colegio Manuel Liaño desde hace catorce años y la pasada legislatura fue concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Torrelavega. Fue precisamente su labor como edil la que desencadenó el conflicto. A principios de este año denunció la ocupación ilegal de un inmueble en Barreda y desde entonces una familia, que tiene a sus hijos en el centro escolar del pueblo, se ha mostrado hostil con él, insultándole por la calle.

El 26 de junio, último día de clase del pasado curso, la tensión se disparó. El profesor afirma que pidió a la dirección que actuase contra un alumno que había proferido graves insultos contra él en las inmediaciones del colegio. Mientras eso sucedía, su madre irrumpió en el centro «gritando y con malos modos». «Me dijo varias veces, en presencia del equipo directivo, que llegaría su marido y que el próximo lugar al que iba a ir yo era el cementerio», explica el profesor.

Ricciardiello formuló la correspondiente denuncia en el colegio y ante la Policía Nacional, y quedó a la espera de que la Consejería hiciese respetar la normativa que regula la convivencia en los centros educativos, pero «no ocurrió nada».

El profesor hizo hincapié en su entrevista en este periódico en que la familia que le amenaza es famosa en Barreda por «atemorizar a la gente» y ha provocado «múltiples problemas» en el colegio». Ante el silencio de la Administración, Ricciardiello decidió actuar de nuevo hace un mes y presentó denuncia por escrito ante la Consejería. Además, le dieron de baja en el centro de salud por la «presión» a la que está siendo sometido.

Al ser preguntado por si teme por su vida, el maestro dice que prefiere no pensar que le pueda ocurrir algo grave, aunque dada la conflictividad de la familia «podría ocurrir». Ricciardiello señala que es la primera vez que le ocurre algo así. Sí tuvo algún problema similar en el ámbito municipal, al denunciar la presencia de okupas en otros lugares de Torrelavega cuando era edil.

Sobre la creciente conflictividad en las aulas, tiene claro que la Administración debe actuar para hacer cumplir la normativa, porque si no los centros educativos se van a convertir en «una especie de Oeste americano». Ricciardiello asegura que la autoridad del profesor se ha perdido y que resulta cada vez más difícil mantener la disciplina. Según él, se está perdiendo lo más básico: «El respeto, lo que antes se enseñaba en casa».

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