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En las tripas de la Administración casi todo deja rastro. Y el concurso público de un flamante edificio de 6 millones de euros y cuatro plantas no es una excepción. La omisión del precio del hormigón y, con ella, el «error grave» en el ... que incurrió el proyecto del aparcamiento del Ferial de Ganados de Torrelavega y que ha obligado a la Consejería de Fomento a reiniciar la licitación después de tres años de trámites era una cuestión conocida y a la que la propia Consejería, entonces en manos del PRC y bajo la denominación de Obras Públicas, restó importancia hace casi doce meses. Basta escarbar en la documentación: hace un año, un interesado -su identidad se preserva en los papeles; pudo ser alguna licitadora o cualquiera- se percató de la infracción y planteó esta duda en una solicitud de información adicional. La respuesta, apoyada en el artículo 153 de la Ley de Contratos, llegó el 10 de febrero de 2023 y viene a recalcar que todo lo que no está contemplado en el desglose de partidas se tendría que considerar igualmente incluido. Ayer, la Consejería, ahora comandada por el PP, anuló el concurso basándose precisamente en lo opuesto, en dicha laguna, devolviendo la tramitación del parking a la casilla de salida.
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La Administración cántabra dice una cosa en febrero del año pasado a preguntas de una entidad interesada y, al año, sorprendida por ese error «grave» y «manifiesto», sostiene la contraria para detener por completo un concurso público de 6 millones de euros. Ha pasado de todo entre un criterio y el otro: desde una macrooperación anticorrupción en la Consejería de Obras Públicas, el 22 de febrero; la dimisión del entonces consejero José Luis Gochicoa, el 3 de marzo; la llegada de Jezabel Morán hasta el final de la legislatura, el 18 de marzo; el cambio de color en el Gobierno, el 3 de julio; hasta la exclusión de una de las licitadoras, el 28 de agosto; y la presentación de un recurso -finalmente exitoso- por parte de esta ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, el 16 de noviembre.
Y todo sin tener en cuenta la parte que, como institución que originalmente contrató la redacción del proyecto y la dirección facultativa para la construcción del edificio, corresponde al Ayuntamiento de Torrelavega. La Concejalía de Obras, en tiempos de José Manuel Cruz Viadero como jefe del departamento (2021), destinó 70.300 euros a la elaboración de aquel planteamiento. Este fue adjudicado a la empresa Ingenia en agosto; y hasta mediados de 2022, más o menos cuando fue enviado al Gobierno de Cantabria, ningún técnico municipal puso peros al escrito. El texto salió de Torrelavega pasando todos los filtros y llegó a Peña Herbosa presuntamente inmaculado. Y así siguió hasta la semana pasada.
La primera vez que alguien cuestionó su contenido fue porque un interesado se percató y planteó sus dudas a diez días de terminar el plazo de presentación de ofertas. La Consejería de Obras Públicas, que apuraba sus últimos meses con el PRC al mando, no le dio importancia. Y nadie volvería hablar de la partida de hormigón hasta pasados seis meses de la entrada de Roberto Media (PP) en la ahora conocida como Consejería de Fomento.
La trágica, larga e improductiva odisea de la tramitación del aparcamiento en altura del Mercado Nacional de Ganados ha pasado por las manos de socialistas, regionalistas y populares en estos tres últimos años. De hecho, ningún político ha querido hacer sangre desde que, ayer, la plataforma de contratación anunciara el desestimiento de este proceso de licitación. El silencio en el ámbito local y autonómico está siendo bastante revelador, teniendo en cuenta la magnitud del proyecto y su importancia para una ciudad donde aparcar se ha convertido en un verdadero suplicio.
Ha pasado mucho tiempo desde que en 2007, y en plena carrera a las elecciones locales, en Torrelavega se empezó a estudiar la idea de construir un gran aparcamiento en el entorno del Ferial. Aquella idea la pronunció en varias ocasiones el candidato regionalista en aquellos comicios, Javier López Marcano. Su propuesta contemplaba más de un millar de plazas -no 240 como ahora - y un gran parque público en lo alto del edificio.
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