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Domingo, 29 de septiembre 2019, 11:54
Iván F. H., el expresidiario que se ha convertido en la pesadilla de los vecinos de Nueva Ciudad, en Torrelavega, volvió a protagonizar la noche ... del viernes un nuevo altercado con «amenazas» a hosteleros y clientes en un establecimiento de la zona. Esto provocó la rápida reacción de los vecinos que avisaron a la Policía Nacional y se concentraron «en cuestión de minutos» y espontáneamente en el lugar. Fue en solidaridad con los afectados y para repeler un posible ataque, lo que generó momentos de «mucho nerviosismo», según reconocieron ayer los testigos. De hecho, los agentes que se desplazaron al lugar tuvieron que intervenir y llevárselo para evitar que nadie, incluido el causante del problema, saliese herido.
Pasadas las 23.00 horas del viernes este individuo se acercó por un establecimiento hostelero en actitud provocativa, lo que causó una primera intervención levantándose un acta por «falta de respeto». No obstante, poco después de este primer suceso, y cuando parecía que todo se había calmado, Iván F. H. volvió a reaparecer en actitud desafiante en el local, teniendo que volver a intervenir los agentes, esta vez para protegerle de los vecinos, que se habían reunido en la calle con un ambiente de «tensión creciente».
Tras este episodio, la Policía llamó a los vecinos a mantener la calma pese a que los ánimos estén cada vez más caldeados en el barrio. «Debemos evitar que se cometa un delito y que ocurra algo grave. Esperamos que la situación se tranquilice y que se evite la violencia», añadió ayer un portavoz de la Policía Nacional.
Domingo-lunes: Iván F. H. siembra el pánico con un cuchillo, los vecinos pierden la paciencia y se empiezan a movilizar
Martes-miércoles: Detienen al sujeto por atraco y el juez lo libera el miércoles, coincidiendo con una protesta vecinal
Jueves-Viernes: Se adoptan medidas de vigilancia pero el expresidiario causa nuevos altercados
Los altercados del viernes sumaron otro capítulo más al dilatado historial de agresiones, amenazas de muerte, robos, extorsión y violencia gratuita que denuncian los vecinos y que atribuyen al expresidiario de 41 años, al que la propia policía considera «muy peligroso» y al que ha detenido ya «por delitos graves» en más de cuarenta ocasiones. Tanto que, ayer sábado, comerciantes y vecinos acudían de nuevo a una reunión en Comisaría donde, según ha trascendido, se les mantenía informados de las acciones que están llevando a cabo los cuerpos de seguridad en materia de vigilancia preventiva, mientras que algunos de los afectados formalizaban nuevas denuncias contra Iván F. H., tal y como se les ha recomendado para que los agentes «puedan actuar».
Tras los altercados del viernes, la jornada del sábado fue algo más tranquila, pero el miedo seguía palpándose a pie de calle. Tanto que algunos de los negocios hosteleros afectados por el problema del día anterior echaron el cierre y la plaza por donde se ha dejado ver los últimos días este individuo, y donde incluso se ha cerrado ya algún negocio, se mantenía casi desierta, a pesar de que el dispositivo especial de seguridad establecido desde el pasado miércoles seguía activo, con un aumento significativo de la frecuencia de las patrullas de Policía Nacional y la Policía Local en la zona.
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Respecto a la situación del conflictivo individuo y sus inquietantes apariciones por el barrio, donde la tiene tomada con familiares y negocios, la policía explicaba que el hombre tiene «libertad ambulatoria». Esto es, «que no se puede evitar que vaya donde le parezca», al menos hasta que lo decrete el juez, ordenando su incapacitación o ingreso en prisión, que son las dos alternativas con las que se está trabajando. Hasta que eso ocurra continuará la labor preventiva y de reacción rápida sin necesidad de denuncia.
Aunque el sujeto lleva meses atemorizando al barrio, lo cierto es que la gota que ha colmado el vaso se produjo el pasado domingo cuando se le pudo ver paseando con un arma blanca asediando a negocios de la zona, mientras que el mismo martes atracaba un supermercado en la avenida de España y, aunque era detenido, el juez lo ponía en la calle al día siguiente coincidiendo con una protesta vecinal. Eso, sumado al cierre de un establecimiento por amenazas y otros altercados graves por robos o agresiones, incluida a su propia familia, generó la movilización social espontánea ante la indignación colectiva por la impunidad con la que ha delinquido este individuo hasta el momento.
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