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Si hubiera que señalar algunos de los puntos claves de la obra del desvío del tren, este sería sin duda uno de ellos. Aquí, sobre el arroyo y en la frontera entre Barreda y el casco urbano, es donde Adif tiene que unir el trazado ... original con la nueva vía provisional, la que absorberá todo el tráfico ferroviario durante los años -cuatro o más- que dure el soterramiento. La presencia de una máquina pilotadora de 22 metros de alto no ha pasado desapercibida entre los vecinos esta semana, con el inicio de los trabajos para construir el muro pantalla entre la carretera y el espacio reservado para el desvío del tren. La diferencia fundamental entre la complejidad para acoplar el trazado aquí y al otro lado del 'bypass', a 1,5 kilómetros y cerca de las pistas de skate, es que en el primero de los casos los operarios deben adecuar la actuación a una pendiente de varios metros de desnivel, los que separan las vías originales del arco norte, en el Bulevar Ronda.
Los paseantes siempre han visto pasar el tren por debajo de sus pies cada vez que entraba o se marchaba de Torrelavega. Eso se acabará durante el soterramiento. El tren pasará junto a Aspla, La Lechera, las piscinas cubiertas municipales y el pabellón Sergio García, frente a sus ojos y a una velocidad más moderada. Será así salvo en una excepción: cuando el convoy, cuando llegue desde Santander, entre parcialmente en el centro para dejar a los pasajeros en el apeadero prometido por Adif tras La Carmencita, al lado del aparcamiento.
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Para que todo esto sea posible, una de las partes fundamentales que afronta la obra desde esta semana es la creación de esa rampa junto al Parque Intergeneracional, permitiendo que el tren se incorpore al Bulevar Ronda sin problemas el día de mañana. Establecer concretamente cuándo será ese 'mañana' es difícil en estos momentos, teniendo en cuenta todo lo que falta para que el desvío quedé completamente terminado. Lo que dicen en el Ministerio o el Ayuntamiento en los últimos meses es que la obra estará acabada a mediados de 2025.
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Su puesta en servicio, sin embargo, deberá esperar un poco más después de eso, con una serie de certificaciones y estudios para garantizar que funciona correctamente y en condiciones de seguridad. Así, habrá un periodo de convivencia de unos seis meses entre la vía auxiliar y las vías originales. Luego, entre finales del año que viene y principios de 2026 -y con el visto bueno de los informes-, los trenes se desviarán por el Bulevar Ronda y podrá comenzar el soterramiento de forma definitiva.
«Seguimos trabajando en una obra histórica. Era nuestro compromiso y lo estamos cumpliendo», celebra el alcalde, Javier López Estrada. «Ahora nos toca un periodo de esfuerzo», añade, consciente de las restricciones que supondrá este desvío.
Y es que con el soterramiento y la entrada en funcionamiento del 'bypass' del tren se desatarán también muchas molestias. Cuando el tren pase por aquí, el puente entre Aspla y Sniace quedará completamente cortado durante todos esos años, anulando por completo uno de los accesos a la ciudad más socorridos. Es sólo un ejemplo. Por su parte, los peatones también verán condicionado el paso por la pasarela peatonal hacia El Patatal.
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