La gran noria comienza a girar entre colas

Diego Sánchez, el dueño de la gran noria de cuarenta metros, reconoce que «allá donde vamos, es un éxito, y aquí, en el norte, solo hace falta que acompañe el tiempo». Así lo hizo durante el sábado, el primer día de la atracción, y no menos ayer domingo, aunque con las mismas colas de gente que quiere conocer la atracción. En Torrelavega todo es a lo grande. Hasta la noria Sánchez, que con sus cuarenta metros de altura, es la gran atracción. Tiene 24 coches (o cabinas) de cuatro plazas cada una, que dan ocho o diez vueltas a lo largo de un viaje que dura entre diez y quince minutos. El precio del vértigo es de cuatro euros y todo aquel que prueba baja encantado. Paula Fernández, vecina de Madrid que pasa unos días en Cantabria, destaca que «lo mejor es la sensación que te produce estar tocando el cielo de noche, es mucho más bonito que por el día».

En Torrelavega también los vecinos se muestran contentos. «Me encanta. Además está en un sitio muy céntrico y desde las alturas da gusto contemplar la ciudad, se puede ver todo y para las fiestas creo que se trata de una gran idea porque el aforo está controlado y no hay riesgo de contagios», apunta Javier Collantes.

Diego Sánchez, el propietario de la atracción, cuya empresa está ubicada en Úbeda (Jáen), indica que solo para su montaje se tarda casi tres días y pesa unas 66.000 toneladas, pero «la mayor satisfacción es que todo aquel que se sube, se baja encantado, a todo el mundo le gusta, niños y mayores». «Aunque no es la más grande, esta es una de las norias más modernas que tenemos, con la cabina cerrada y acristalada, famosa porque es la que llevamos a las Navidades en Vigo y parecida a la que nos contrataron en la boda de Sergio Ramos», apunta.

El viernes comenzaron de forma oficial las fiestas de La Patrona con el desfile de Doña Leonor y el sábado se abrió al público la noria gigante que en tan solo dos días se ha convertido en uno de los mayores atractivos de las fiestas. Ayer domingo también fue el turno del Día del Folclore, con diversas actuaciones y desfiles por distintos puntos de la ciudad, de modo que los actos no tuvieran un lugar señalado para evitar aglomeraciones. También, desde la mañana integrantes de las peñas y colectivos que participan en la organización de las fiestas de Torrelavega repartieron polkas en las distintas entradas y salidas de la ciudad para hacer participe en la Virgen Grande a vecinos y visitantes. La jornada concluyó con pasacalles y el concierto de Amaral en el Teatro Municipal Concha Espina.