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En el Teatro Concha Espina huele que alimenta. En su escenario suelen representarse obras de teatro, musicales y conciertos. Se suben cantantes, actores, homenajeados… Pero este martes, y con permiso de la leche y los quesos -también en el cartel-, se subió otro protagonista: el ... hojaldre de Torrelavega. «Harina, mantequilla, agua, sal», que dirían durante la jornada en diferentes ponencias y explicaciones, simultáneas al trajín de los pucheros, mangas pasteleras y elaboraciones que se creaban unos pocos metros atrás. Que si pasteles, milhojas de maracuyá, cremosos, bizcochos… Aquella es solo una muestra de la primera 'hornada' de postres que fue saliendo, de bandeja en bandeja, a la mesa de jurado este martes por la mañana, en el marco de la segunda jornada -la de repostería- del X Certamen Nacional de Gastronomía.
A los machotes y picañas del lunes, le siguieron la mejor leche de Cantabria, los quesos y el popular hojaldre torrelaveguense, en una competición en la que se han vuelto a dar cita hasta siete comunidad autónomas -Cantabria, Islas Baleares, Canarias, Madrid, Aragón, Extremadura, La Rioja-, además de una representación de la Asociación de Paradores de Turismo. Ocho parejas, tres horas para elaborar un postre y dos premios, al mejor cocinero y repostero de España, ambos esperando a ser recogidos este martes por la tarde, al cierre del certamen.
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José Ignacio Arminio
«El premio es estar aquí», decía feliz y orgullosa Aitana Ballingha Eyene, apenas unos segundos después de emplatar un milhojas de maracuyá y mango junto a su compañera en la dupla que representa a Cantabria, Patricia Handabaja. Coincidieron hace ocho años durante su etapa de formación; este martes, con la presión y la felicidad de llevar a Cantabria como bandera, volvieron a juntarse para dar lo mejor de sí mismas. «Estamos súper ilusionadas». Para ellas, igual que para el resto de aspirantes, la cocina es una pasión total, aunque cada cual lo vive de una manera. «Para mí cocinar es generosidad. El hecho de que alguien te prepare algo, que te dedique su tiempo. Eso es la cocina. Un gesto de generosidad».
Apenas a dos metros de ahí, en otros fogones montados en el escenario, David Ruiz Sanz y Priscila Medina Quintero se empleaban a fondo para representar a las Islas Canarias. 'Una hora menos', titularon su elaboración, un cremoso de 'cheesecake' -tarta de queso- al que dedicaron las tres horas al completo. A las caras de concentración total, al motor de la batidora y la mezcla de olores a pastelería extendida hasta todo el patio de butacas seguían los suspiros de alivio y la sensación del trabajo bien hecho. «Ya estar aquí es un orgullo. Todo salió bien. La cocina es mi pasión», expresaba Medina Quintero, antes de acordarse de su abuela, su madre y todas las personas que lograron despertar esta vocación en ella desde la niñez.
El amor a la cocina se cultiva en los hogares y los niños en las islas Baleares, como demostraban al otro lado del escenario del Concha Espina Benet Canovas y Juan Carlos Parera. La décima edición de este certamen, celebrado por primera vez en Cantabria, es también su primera vez en una competición. «Hemos disfrutado muchísimo», decía el primero, tras terminar de rematar su 'Pastel de pobre con esencia de Cantabria'. Para cuando termina la carrera, él y el resto de cocineros alternan la euforia con el cansancio, las ganas de comentarlo todo y, al mismo tiempo, detenerse para respirar un poco, como un piloto de Fórmula 1 después de ganar una carrera. Algunos lo llaman adrenalina. Benet lo llama pasión. «Es algo que puedo dar al resto y que logra hacer disfrutar a los demás. Transmitir cosas. Hacerles sentir algo», expresaba este martes este joven mallorquín.
Compartía y transmitía esa misma sensación María Claudia Covarrubias, la representante por la Comunidad de Madrid de la mano de Iván Molla Ledesma. Ella, que fue ingeniera y un día lo dejó todo por su pasión, da sentido a lo que se vivía ayer en el Concha Espina. «Este mundo es increíble. Nunca nos quedamos quietos. Es una pasión. Un montón de rumbos. Es duro, pero me encanta y lo amo», decía, feliz y exhausta, tras confesar que, al margen de los premios, viene a «divertirse, aprender, hacer contactos y disfrutar».
Mientras se agotaban sobre el escenario del teatro, mientras, las charlas se iban sucediendo: desde la que protagonizó Eduardo Chapero, sobre el hojaldre de Torrelavega; hasta la de Carolina Entrecanales y Pedro Arce, sobre la leche. La entrega de premios se celebrará cerca de las 16.30 horas de la tarde, junto a la entrega de una chaquetilla a Koldo Royo, en guiño a la edición del próximo año, que tendrá lugar en Baleares.
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