La nueva plaza de Quebrantada acumula un retraso de un año

El primer teniente de alcalde, José Manuel Cruz Viadero, explicó ayer a este periódico que el transformador ya está instalado y que ha superado el «trámite de Industria». «Ahora sólo falta darle de alta y ponerle en marcha, lo que esperamos ocurra en las próximas semanas», afirmó Cruz Viadero, a la vez que precisó que, mientras tanto, no pueden recepcionar los trabajos.

Los vecinos del número 33 de la calle Lasaga Larreta se mostraban muy contentos hace tres meses. Una década después de que iniciasen movilizaciones por la presencia de un transformador eléctrico en su edificio, el Ayuntamiento había autorizado a la empresa Viesgo el traslado del mismo a la nueva plaza que el Consistorio está construyendo en las inmediaciones. El espacio público, denominado Plaza de las Nuevas Tecnologías, quedará terminado con este traslado después de más un año de espera, lo que permitirá atender una doble reivindicación vecinal: la de los afectados por el transformador eléctrico y la de todos los residentes en el céntrico barrio de Quebrantada, que demandan un nuevo lugar de ocio y esparcimiento.

La Corporación aprobó a finales de noviembre, por unanimidad, otorgar a Viesgo la concesión administrativa de dominio público para la instalación del centro de transformación en la plaza, así como las líneas de media tensión necesarias para posibilitar la ejecución del proyecto. La empresa comunicó al Ayuntamiento que precisaba ampliar la potencia del centro de transformación, dado que el proyecto de la plaza contemplaba la instalación de puestos de carga para vehículos eléctricos, red wifi y alumbrado público tipo led.

Según Viesgo, el transformador instalado en el edificio de viviendas no tiene capacidad para proporcionar ese incremento de potencia, por lo que es necesario instalar en la plaza un nuevo centro de transformación, retirando las instalaciones existentes en el inmueble. En concreto, se establecerá una nueva instalación eléctrica en un pequeño edificio prefabricado y en superficie.

Los vecinos comenzaron a realizar medidas de presión en 2010 por los ruidos y efectos dañinos para la salud que, según ellos, provoca el transformador eléctrico ubicado en los bajos del edificio. Sus protestas encontraron respuesta en la Corporación, que aprobó en 2011 realizar las gestiones necesarias para que se retire el transformador.