La idea inicial del Ayuntamiento, según explica el alcalde, Javier López Estrada, es ofrecer a los niños la posibilidad de que disfruten durante unos días de las fiestas de la Virgen Grande en un recinto cerrado, con aforo controlado y medidas sanitarias que garanticen la seguridad de asistentes y feriantes. «No queremos que los niños de la ciudad pasen un segundo año sin poder disfrutar de las atracciones. Debido a la pandemia, no podemos pensar en el recinto ferial de El Zapatón de otros años porque no podemos controlar la asistencia de hasta 5.000 personas que acuden en un solo día, pero vamos a hacer un esfuerzo porque al menos el público infantil pueda disponer de una oferta adaptada a las circunstancias siempre que la situación sanitaria lo permita y no conlleve ningún riesgo», valora.
En este sentido, el objetivo es diseñar un recinto ferial alternativo junto al Mercado Nacional de Ganados y aprovechando una parcela del aparcamiento de camiones para dar cabida a una treintena de atracciones, todas ellas dirigidas a un público infantil. En la actualidad, desde el Ayuntamiento se trabaja en elegir cuál será la fórmula ideal y, sobre todo, la más rápida para que esos puestos puedan ser adjudicados teniendo en cuenta que resta menos de dos meses para el inicio de las fiestas de La Patrona.
La Feria del Hojaldre también formará parte del programa de fiestas adaptado en el que trabaja el Ayuntamiento
Al recinto ferial infantil se unirá la celebración de la Feria del Hojaldre, otra cita tradicional en el programa de fiestas y que el año pasado no se pudo celebrar por el covid. El Ayuntamiento baraja la idea de recuperar esta actividad que se desarrollaría durante un fin de semana en la Plaza Mayor, donde se instalarían las casetas de los reposteros participantes, además de celebrarse el tradicional capítulo de esta cofradía gastronómica. De esta manera, los capítulos de las cofradías gastronómicas cántabras volverán este verano después de que la mayoría de estas agrupaciones parara sus actividades en 2020 tras desencadenarse la pandemia.
Otras alternativas
Además del recinto ferial y la Feria del Hojaldre, y a la espera de cerrar alguna actividad más lúdica y cultural en la que se trabaja desde el Consistorio, como puede ser la recuperación del Auditorio de Música para algún acto de pequeño formato dirigido a artistas locales, la oferta de las fiestas se completa con los conciertos de La Lechera del Festival Mainstream y las actuaciones programadas en el Teatro Concha Espina.
Mientras la oferta del certamen de La Lechera está en el aire debido a las reclamaciones de las tres empresas licitadoras, el ciclo de conciertos en el Teatro Municipal ya está cerrado. Y es que la música será protagonista en las fiestas de La Patrona, aunque de manera diferente a otros años. Ante la imposibilidad -o riesgo- de celebrar grandes conciertos abiertos al público por las restricciones que impone el covid, se ha elegido como opción alternativa otro marco, el del Teatro Concha Espina, donde es más sencillo controlar el aforo. Amaral, Carlos Núñez, La Oreja de Van Gogh o Funambulista son algunos de los artistas que se subirán al escenario del Teatro Municipal del 13 al 22 de agosto.
Los espectáculos de mediano formato programados para el Concha Espina son el equivalente a los conciertos gratuitos del Bulevar Demetrio Herrero y que hasta la llegada de la pandemia reunían a miles de personas en la céntrica plaza del Palacio municipal.
El Ayuntamiento, de este modo, apuesta por un programa de fiestas alternativo en medida de lo que permite la situación sanitaria y por ello quiere ofrecer al público un ciclo de conciertos con control del aforo, todas las medidas higiénico-sanitarias recomendadas y a un precio mínimo que rondará los 5 euros para cada espectáculo.
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