Los 27 pisos sociales del Gobierno regional se construirán en El Zapatón y La Inmobiliaria

La presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, anunció recientemente que el Ejecutivo, a través de la empresa pública Gesvicán, actuará en siete municipios e invertirá 26 millones de euros, que serán cofinanciados al 50% por la comunidad autónoma y fondos europeos. Las viviendas se levantarán en terrenos de Gesvicán o municipales y antes de 2026, con el fin de no perder los referidos fondos, por lo que el Gobierno trabaja «contra reloj» para completar los trámites en «tiempo récord».

En el caso de Torrelavega, el regidor ha explicado que se habilitarán 12 pisos en el edificio número 9 de la calle Marqueses de Valdecilla y Pelayo, de La Inmobiliaria, que fue adquirido el año pasado por el Ayuntamiento a la Sareb, tras sufrir un episodio de okupación durante varios años. El inmueble, de seis plantas, se encuentra vacío y muy deteriorado.

La otra promoción la desarrollará Gesvicán en un solar de su propiedad situado en El Zapatón. Concretamente, en la confluencia de la Avenida de la Constitución con la calle Augusto G. Linares, una parcela ahora destinada a aparcamiento público. Desde hace varios años, la empresa pública tiene previsto construir un edificio de cinco plantas, que distribuirá en 15 pisos.

López Estrada destaca que se trata de un «trabajo conjunto» con la Consejería de Fomento, que se viene desarrollando en los últimos años y espera que continúe esta legislatura. De hecho, afirma que el Consistorio ya le ha pasado a Gesvicán un listado de solares para realizar nuevas promociones de vivienda pública en alquiler, entre ellos dos situados en el centro de Campuzano y varios en el Plan Parcial El Valle.

El alcalde ha recordado que en la anterior legislatura se realizaron dos proyectos con éxito. El pabellón Vicente Trueba fue escenario en 2020 del sorteo de las primeras viviendas de protección oficial que construía el Gobierno de Cantabria después de una década y también las primeras en régimen de alquiler. Se trata de un bloque de 22 pisos que se levantó en el pueblo de Campuzano y que tiene como residentes a jóvenes de entre 18 y 35 años, empadronados en el municipio. El precio mínimo fue de 240 euros al mes y el máximo de 395, sin gastos de comunidad.

Por otra parte, la urbanización de 78 pisos que quedó sin vender en la localidad de Ganzo tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, hace más de una década, volvió a ser noticia en 2021 porque la Sareb, actual entidad propietaria, buscaba nuevo dueño para las 42 viviendas que aún no había logrado comercializar. El Gobierno de Cantabria adquirió a finales de 2020 las otras 36 viviendas para destinarlas a alquiler social, pero las negociaciones con el Ayuntamiento para que comprase las 42 restantes no fructificaron.