El PRC de López Estrada descarta cualquier opción que no sea la de liderar el gobierno en Torrelavega

La hemorragia del regionalismo en Torrelavega se ha cobrado la pérdida de dos concejales en el Ayuntamiento. Pasan de ocho a seis, los mismos que un PSOE al que arrebatan la segunda posición por un puñado de votos. Otra vez. En 2019, López Estrada le ganó las elecciones a José Manuel Cruz Viadero por 218 votos; el domingo, el regionalista hizo lo propio con 97. Y aunque esa pugna por la mínima se produce ahora en un escalón inferior –hace cuatro años el PP tocó suelo electoral– puede seguir siendo suficiente para que el líder del PRC en la capital del Besaya reedite la Alcaldía y maquille el desastre generalizado del regionalismo en la comunidad.

López Estrada se presentó este lunes lo bastante contundente y seguro como para corroborar esa posibilidad, primero, pero también lo suficientemente cauto como para no poner todas las cartas boca arriba. «Estamos en un momento de reflexión. Todavía hay mucho tiempo para la formación de la Corporación», resuelve, de momento, consciente del debate interno que se produce en el seno de su partido con respecto a las posibilidades de pacto con el PP. Digan lo que digan, hasta el 17 de junio de junio –día en el que se constituyen los nuevos ayuntamientos– está todo absolutamente abierto. «Hay que conseguir 13 concejales como mínimo», suma el aspirante, convencido de poder conformar un equipo de gobierno y «seguir trabajando en el proyecto» que, de la mano del PSOE, viene liderando en los últimos cuatro años.

Hay algo que ha ocurrido en ese periodo de tiempo y que, según López Estrada, se ha cobrado un «desgaste» decisivo en el sentido de las votaciones de este domingo.«Ha sido la legislatura más difícil de la historia», atribuye el primer edil, seguro del impacto que la pandemia, primero, y la guerra en Ucrania, después, han tenido en el balance, tanto para el Gobierno autonómico como el municipal. «Podía pasar y ha pasado», zanja. Con todo eso, y al menos «localmente», insiste, los números son «positivos».

Otro factor importante que, según López Estrada, explica parte del batacazo del PRC y el PSOE es el escoramiento del voto hacia las opciones conservadoras. «Hay una tendencia nacional hacia los partidos de la derecha, en especial PP y Vox», resume el hasta ahora alcalde, en referencia a un rédito popular que, desde María José Sáenz de Buruaga, en Cantabria, hasta otros líderes municipales y nacionales, han teñido de azul el mapa autonómico y municipal de toda España.

Hablando de hegemonía de la derecha, los populares han ganado en Torrelavega en sólo tres ocasiones. ¿Y cómo ha soportado el PRC esas 'mareas' anteriores? La primera vez, en 2011, el PRC obtuvo 7.203 votos y fue tercera fuerza, descolgado de PP y PSOE por tres mil y dos mil votos;la segunda, en 2015, López Estrada se estrenó en la carrera a la Alcaldía con 5.192 apoyos y otro último puesto en el podio, a 600 votos de los socialistas y a dos mil del partido de Ildefonso Calderón; en 2023, sin embargo, ha sido la primera vez en la que los regionalistas ostentan la segunda posición mientras el PP gana. Hace doce años, batir al PSOE era casi inconcebible; este domingo, ese orden se consolidó de forma consecutiva.

Conoce a los concejales de Torrelavega pinchando aquí

Socios al margen, hay una idea que Javier López Estrada (PRC) venía apostillando en varias de sus últimas intervenciones de campaña y que, ahora que la repite, cobran un valor añadido interesante: su «proyecto de ciudad», la Torrelavega de la integración ferroviaria, el futuro conservatorio o La Lechera, por nombrar algunos de los grandes proyectos que se arrogan tanto el PRC como el PSOE, no se entiende, creen en el núcleo del regionalismo, con su partido en la oposición del Ayuntamiento. De ahí las palabras que el hasta ahora regidor repite ahora, pasadas 24 horas de una noche electoral demoledora para sus siglas. «Tenemos un proyecto de ciudad iniciado y tenemos que finalizarlo», apela López Estrada, convencido del papel decisivo del regionalismo en la puesta a punto de la Torrelavega de los últimos cuatro años de anuncios, infografías, obras sin terminar y retrasos.

Hace prácticamente un mes, el entonces candidato a los comicios del 28M dijo algo muy parecido a preguntas de El Diario Montañés, una semana antes del debate celebrado por este periódico en el Teatro Municipal Concha Espina: «Todos los grandes proyectos están en marcha. Creemos que merecemos los próximos cuatro años para finalizar este proyecto de ciudad». La coincidencia del discurso no responde a una casualidad.

El regionalismo acaba de poner el broche a una legislatura marcada no sólo por desastres como la pandemia sino también por unas inyecciones de dinero importantes por parte del Gobierno de Cantabria, una mano tendida que, por nombrar el ejemplo de Obras Públicas, ha servido para consolidar el Palacio Municipal, responder a demandas históricas como la carretera Viveda-Barreda o encarrillar las obras previas al soterramiento –la vía auxiliar, aún en licitación–. Para el PRC, asistir al comienzo o el final de dichas actuaciones desde una posición de poder sería un consuelo importante dado el descalabro electoral de Revilla a nivel regional. Las siglas del gobierno local, el que hablará con el Ejecutivo azul de Cantabria, son aún una incógnita.