El proyecto del parque acuático de Sierrallana supera el informe de impacto ambiental

Concretamente, en la conclusión de su resolución señala que el proyecto «previsiblemente no producirá efectos adversos significativos», siempre que se incorporen «los condicionantes ambientales y el programa de vigilancia incluidos en el informe», así como «aquellas condiciones articuladas por otras administraciones u organismos con competencia en el asunto».

La obra se pretende ejecutar sobre una superficie de 29.989 metros cuadrados, ocupada actualmente por un eucaliptal y un campo de rugby. El objetivo es desarrollar unas instalaciones deportivas y de ocio, con la finalidad de completar la oferta turística autonómica relacionada con el disfrute del entorno natural. Se trata de un parque temático con dos zonas principales: una destinada a piscinas y otra a cañones y barranquismo. Además, tendrá aparcamiento, área de administración y servicios auxiliares.

El proyecto recrea un entorno natural con arroyos, montañas rocosas, vegetación, lagos y cascadas de agua, tematizado en las cuevas de arte rupestre paleolítico de la región. La actuación se ubica en una ladera, de manera que permite aprovechar al máximo los desniveles existentes, situando de forma natural el circuito de barranquismo en la parte más escarpada y aprovechando los espacios llanos para diferentes piscinas y actividades acuáticas.

La Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu) autorizó el pasado mes de septiembre la solicitud municipal de construcción de este equipamiento deportivo y de ocio en suelo no urbanizable. Según la Crotu, se están cumpliendo todos los requisitos establecidos en el expediente, como la correspondiente publicación en el Boletín Oficial de Cantabria (24 de diciembre de 2020). En el periodo de información pública se presentaron dos alegaciones que fueron rechazadas. El Ayuntamiento emitió un informe al respecto. En el expediente también constan informes favorables de las direcciones generales de Patrimonio Cultural, Turismo y Biodiversidad.

Sin embargo, un grupo de la oposición (ACPT) y una asociación ecologista (ARCA) anunciaron poco después que había sido admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo que habían presentado para impugnar dicho acuerdo. Ambos colectivos explicaron que son muchos los motivos que las han llevado a dar este paso. Aunque el proyecto aún está en una fase inicial, sí que les parece alarmante que «el principal filtro y mecanismo de control» para garantizar la adecuación a normas urbanísticas, como es la Crotu, se haya convertido en «un coladero que permite todo tipo de desmanes con cualquier justificación ridícula». «En este caso -añadieron-, es demencial que los integrantes de la Crotu admitan y den el visto bueno a un proyecto en suelo rústico que se ha tramitado al amparo del artículo 116 de la Ley del Suelo de Cantabria, que es una norma pensada para construcción unifamiliar, dotaciones deportivas o espacios de carácter rural y atractivo turístico rural».

Según los denunciantes, en ningún caso se admite la construcción de una «megainstalación de carácter empresarial» con cuatro usos «forzados» para «tratar de justificar que cumple con dichos requisitos». Pusieron como ejemplo la «invención de última hora» del alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada (PRC), del circuito de rafting, cuyo único objetivo es «sortear la normativa vigente en un claro intento de fraude de ley». A juicio de las organizaciones denunciantes, es muy grave que los integrantes de la Crotu actúen de una forma tan «arbitraria».