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El restaurante chino que fue cerrado de forma cautelar durante 24 horas por presentar deficiencias higiénicas -a tenor de una inspección de Sanidad, el jueves- ha vuelto a abrir sus puertas al público y reanuda su actividad en la calle Consolación. El establecimiento ha subsanado ... los defectos apreciados por el Servicio de Seguridad Alimentaria y ha superado el reconocimiento en una segunda comprobación realizada el viernes. Así, el local vuelve a prestar servicio y pone fin a la investigación del Ejecutivo regional, emprendida después de que la Policía Local sorprendiera al dueño con una cabra recién sacrificada en la puerta trasera del negocio, el día 27 en la calle Novalina.
Ese fue el suceso desencadenante de todo. Aquel día, los uniformados del cuerpo municipal se encontraron con el cuerpo del animal -de entre 50 y 80 kilogramos de peso y sin identificativo- en el exterior de un depósito de basura y con una profunda incisión en el cuello. El investigado no tardó en reconocer ser el autor de este degüello. Según manifestó a los agentes, no sabía que este tipo de prácticas estuvieran prohibidas en España -alegó ser una costumbre extendida en su país de origen (China)-. Lo que sí negó es que la cabra fuera a ser expuesta luego como producto de venta en su restaurante.
De cualquier manera, el sacrificio de la cabra en la vía pública tiene consecuencias. El dueño se enfrenta a una sanción tipificada como «muy grave» en la ordenanza de Protección y Bienestar Animal del Ayuntamiento, que establece multas de entre 1.501 y 3.000 euros para aquellas prácticas relacionadas con el sacrificio de animales «para consumo humano u otros fines y sin cumplir la normativa vigente».
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