![El sorteo se celebró en el pabellón Vicente Trueba, con mascarilla y guardando la distancia social, salvo los grupos familiares.](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202007/03/media/cortadas/56536479-kYEG--1248x686@Diario%20Montanes.jpg)
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El pabellón Vicente Trueba, de Torrelavega, fue escenario ayer del sorteo de las primeras viviendas de protección oficial que construye el Gobierno de Cantabria en la última década y también las primeras en régimen de alquiler. Se trata de un bloque de 22 pisos ... que se ha levantado en el pueblo de Campuzano (Torrelavega) y que tendrá como residentes a jóvenes de entre 18 y 35 años, empadronados en el municipio.
La ejecución del proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de tres administraciones (local, regional y local) y contando con un presupuesto de 1,5 millones. Las viviendas son de tres tipos (14 de dos dormitorios y ocho de tres, una de ellas adaptada) y la superficie se sitúa entre 53 y 87 metros cuadrados. Los contratos de alquiler, que se firmarán en las próximas semanas, tendrán una duración máxima de siete años. El precio mínimo será de 240 euros al mes y el máximo de 395 euros, sin gastos de comunidad. El número de solicitudes admitidas fue de 91.
El acto fue breve y se desarrolló en un llamativo silencio, apenas roto por los afortunados con un aplauso aislado y breve o un «bien» en voz baja. Los nervios y la emoción iban por dentro. Todos los aspirantes llevaban mascarilla y se sentaron en la grada del pabellón municipal guardando la distancia social, salvo los grupos familiares. «Gracias a Dios no me puedo quejar, pedíamos tanto una vivienda para los dos y nos ha tocado», decía a la salida Lucas, de 20 años, un auxiliar de enfermería que ahora vive con su madre, Camila, en el Barrio Covadonga. «Cada vez que íbamos a ver cómo construían el piso decía con orgullo 'este será para mí' y, al final, así ha sido», señalaba feliz.
Otra pareja afortunada que no ocultaba su satisfacción en el exterior del pabellón era la formada por Marina y su madre, Adela, también residentes en el Barrio Covadonga. «Nos queda a dos minutos», señalaba la joven, a la vez que explicaba su situación: «Estoy entre estudiar y trabajar, y de esta manera podemos estar más tranquilas, nos trasladaremos las dos y tendremos estabilidad». Su madre, emocionada, no ocultaba su satisfacción: «Lo necesitábamos desde hace tres años. Ha habido suerte por primera vez en la vida y ya tenemos nuestra vivienda».
Sin embargo, Francisco José no tuvo fortuna. «Cosas que pasan en un sorteo», se lamentaba, al tiempo que se quejaba de algunos requisitos y ponía un ejemplo: «Te piden unos ingresos mínimo y para mí eso no es una vivienda de protección oficial. Son cosas que tienen que cambiar, como el precio del alquiler, que me parece un poco alto».
El sencillo acto fue presidido por el alcalde, Javier López Estrada, y la directora general de Vivienda, Eugenia Gómez de Diego. El regidor dio las gracias a Gesvicán, la empresa pública que se ha encargado de construir las viviendas, y a Gómez de Diego por el «esfuerzo» para que el bloque de pisos protegidos de Campuzano sea «una realidad». Un proyecto que considera «importante» por lo que supone para las 22 familias afortunadas y también por la transformación urbanística que ha supuesto la obra en el corazón del pueblo.
López Estrada apuesta por seguir colaborando con otras administraciones para sacar adelante este tipo de actuaciones. En términos similares se expresó la directora general de Vivienda, que también destacó la importancia de estos proyectos para «fijar población», en este caso en un municipio tan necesitado como Torrelavega.
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