Secciones
Servicios
Destacamos
La hilera de locales vacíos a lo largo de las calles de Torrelavega es, desde hace años, una de las estampas más reveladoras de la depresión económica en el comercio de la ciudad. El Ayuntamiento viene proponiendo incentivos desde entonces para que las empresas ... se muden a los bajos y tratar de maquillar así una fotografía que, en algunas avenidas colmadas de carteles de venta o alquiler, ha alcanzado límites prácticamente lúgubres. A esa intentona, con sus éxitos y fracasos, sin embargo, se suma ahora un revulsivo inesperado gracias al Plan de Sostenibilidad Turística que financian los fondos del Mecanismo de Recuperación, Transformación y Resiliencia (UE). Una parte de esos cuatro millones será dedicada a repensar dichos locales en espacios expositivos y, en suma, en una ruta cultural por el centro con destino al futuro museo de La Lechera -Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2020-. El plan para los visitantes es sencillo: dense un paseo artístico por el centro antes de acudir al museo y disfrutar del plato fuerte, la Colección Norte de Arte Contemporáneo.
La propuesta, que no conoce todavía un itinerario concreto, se ha consolidado en la mesa del Ayuntamiento de Torrelavega como una de las ideas mejor posicionadas para dinamizar las calles de la capital del Besaya. Los locales vacíos lastraban esa imagen; el Consistorio ahora hace de la necesidad virtud y propone llenar esos espacios vacantes en un reclamo no sólo para estirar la oferta cultural que propondrá La Lechera de aquí a un año, sino para que sus visitantes, lejos de parar en el recinto ferial y marcharse al cabo de una hora, tengan una buena excusa para acercarse al corazón de la ciudad, consumir, tomar algo y generar actividad económica en un comercio que no anda sobrado de visitas.
Alargar la sombra de La Lechera desde la Avenida Rochefort Sur Mere hasta el centro. Esa es la idea que inspira el proyecto y que puede entenderse en ambas direcciones: desde los turistas que topan con una pequeña muestra en la calle y son guiados hasta la antigua azucarera; hasta aquellos que, tras disfrutar de la Colección Norte, optan por enriquecer la invitación con más contenidos culturales. Las declaraciones del alcalde en funciones, Javier López Estrada, sintetizan ambos puntos de vista: «Queremos crear una ruta cultural como reclamo de la futura Colección Norte y, al mismo tiempo, acercarla al centro de la ciudad con pequeñas muestras de arte insertadas en algunos locales vacíos».
Para que ese plan fructifique, primero tiene que haber una Lechera modernizada y transformada en un revulsivo para Torrelavega. Las obras para que esa metamorfosis sea una realidad siguen sin empezar, pese a las previsiones de una Consejería de Cultura, que predijo la llegada de las palas en mayo y llego a exhibir la firma del contrato de las obras en plena campaña electoral.
Han pasado prácticamente dos meses desde que el vicepresidente y consejero del ramo -ahora en funciones-, Pablo Zuloaga, avanzó la adjudicación de esa primera fase a la empresa local SIEC, por 4,3 millones de euros y un plazo de ejecución de doce meses. A cada día que pasa, la previsión de apertura arrojada por el responsable aquel día, «entre primavera y verano» de 2024, se complica un poco más.
Esas labores afectan a 1.230 metros cuadrados del recinto ferial y, sobre todo, a las cerca de mil obras de arte contemporáneo que, desde los años 90, se hallan dispersas en diferentes despachos, sedes y almacenes de la Administración cántabra. Cultura quiere poner fin a la diáspora con este museo, un espacio vivo y que servirá de escaparate y muestrario en rotación de algunas de las joyas del erario autonómico.
Esa parte de la reforma, a pesar de todo, no supone ni la mitad de la metamorfosis que propone el Gobierno de Cantabria. Quedan otros 10,3 millones de euros por licitar en la segunda fase, la más costosa y, dicho sea de paso, beneficiosa para Torrelavega. En la legislatura que ahora empieza, la Consejería tendrá que licitar también la adecuación de otros 3.650 metros cuadrados del recinto fabril, una actuación llamada a evitar no la dispersión de arte pictórico sino la de la escuelas municipales de arte que hoy saltan, bailan y cantan en diferentes puntos de la ciudad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.