Torrelavega se estrena como 'Ciudad 30'

La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, ha destacado que la ciudad ha llegado a la fecha de modificación de la velocidad «con los deberes hechos» debido al trabajo desarrollado por el Ayuntamiento de Torrelavega, que ha implementado «por anticipado» el cambio de las señales de la ciudad. Así lo ha señalado este miércoles en un acto en la Plaza Mayor de Torrelavega junto al alcalde, Javier López Estrada; el primer teniente de alcalde, José Manuel Cruz Viadero; el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa; y el concejal de Movilidad, Gerson Lizari.

Quiñones ha destacado que se trata de «una medida pionera con la que el Gobierno de España quiere impulsar una movilidad más sostenible en el ámbito de las ciudades y avanzar en un proyecto de país que haga frente a retos tan importantes como el cambio climático no solo con grandes proyectos sino también con medidas concretas como esta que cambian la vida diaria de muchas personas».

La delegada ha señalado que esta reducción de la velocidad en las ciudades «va a reducir la siniestralidad y la mortalidad en accidentes de tráfico pero también avanza en ese compromiso de reducir la contaminación en las ciudades y mejorar la convivencia entre peatones, ciclistas y vehículos».

«Se trata de avanzar en ese concepto de ciudad más amable para el ciudadano en el que ya trabaja el Gobierno de España, impulsando políticas como la Estrategia de movilidad sostenible, segura y conectada o la rehabilitación de viviendas y regeneración urbana, dos de los pilares del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia», ha añadido.

Esta medida, tal y como ha explicado en detalle el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, mejorará la seguridad tanto del tráfico como de los peatones y, además, ha apuntado la delegada, «sitúa a España a la vanguardia, alineándonos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, para hacer ciudades más humanas».

La reforma introduce varias novedades pero la más destacada es esta reducción del límite de velocidad de circulación genérico en las vías urbanas de 50 a 30 kilómetros por hora en las calles que cuentan con un solo carril por sentido de circulación.

El jefe provincial de Tráfico ha explicado que la medida de reducciones de velocidad en casco urbano fue aprobada por el Gobierno de España hace seis meses pero no ha entrado en vigor hasta ahora para «dar un plazo a los ayuntamientos a adaptarse, como vemos que ha realizado Torrelavega».

La reforma reduce la velocidad a 20 kilómetros por hora en calles en las que la acera y la calzada están al mismo nivel, a 30 km/h a en las vías que tiene un único carril por sentido, mientras que se mantiene a 50 km/h en calles o avenidas que tienen dos o más carriles por sentido de circulación.

«Esta medida busca el calmado del tráfico y proteger a los vulnerables, que es fundamental en vías urbanas porque el 82% de las personas que fallecen en accidentes en ciudad son ciclistas, motoristas o peatones y evidentemente había que hacer algo para proteger a este colectivo», ha manifestado Tolosa.

Además, el jefe provincial de Tráfico ha dado datos para mostrar cómo esta medida mejorará la seguridad. Así, ha indicado que, «si un niño cruzase de forma descuidada una calzada, a 50 km/h las posibilidades de fallecimiento son de un 90% mientras que a 30 km/h se reducen a un 10%».

El alcalde de Torrelavega ha agradecido el reconocimiento del Gobierno central y la DGT a la ciudad en la que «desde el Ayuntamiento se lleva años trabajando en medidas para el calmado del tráfico porque, aunque la mayoría podamos ser conductores, lo que es indiscutible es que todos somos peatones y la ciudad se tiene que hacer para todos».

Una de esas medidas adoptadas desde el Consistorio es dar preferencia a los peatones en los cruces de calzada y, para ello, según ha explicado López Estrada, se han eliminado varios semáforos y se ha duplicado la señalización de los pasos de peatones, así como la iluminación.

También ha indicado que se están adoptando otras medidas en algunas de las principales arterias, transformando los carriles más anchos en más estrechos para «reducir la percepción de los conductores de poder ir a más velocidad».