Vecinos de Campuzano denuncian la presencia de okupas en un edificio
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Aseguran que clanes familiares que se rotan en la ocupación ilegal de una casa han destrozado la vivienda de la planta bajaTorrelavega no es ajena a la ocupación ilegal de inmuebles, el popular fenómeno okupa, un grave problema de la sociedad actual. El último caso tiene como escenario el pueblo de Campuzano, donde una mujer y su hijo dicen estar viviendo un auténtico infierno ... desde que clanes familiares se turnan en la ocupación ilegal de la vivienda situada en la parte superior de la que ellos habitan. Además de una difícil convivencia, no exenta de insultos y amenazas, sufren serios desperfectos en la casa que tienen alquilada (humedades, hundimientos, grietas...), la mayoría provocados por escapes de agua.
La mujer y su hijo han mostrado a este periódico su penosa situación, pero guardando el anonimato porque tienen miedo a represalias de los okupas. También se quejan del poco caso que les hacen en el Ayuntamiento, donde están acostumbrados a que les den «largas». Está semana se han entrevistado con el concejal de Hacienda, Pedro Pérez Noriega, que les ha prometido ayuda. El edil aclara que la vivienda ocupada ilegalmente es propiedad de una entidad bancaria (la Caixa), que solicitó el desalojo en el juzgado «hace meses».
Respecto a una posible intervención municipal, Pérez Noriega señala que debiera estar basada en las condiciones de insalubridad del inmueble. «Si hay un informe técnico en ese sentido -explica-, solicitaríamos al juez permiso para actuar, pasando la correspondiente factura a los causantes de los daños. Otra cosa que se puede hacer es dar de baja el suministro de agua, pero para eso tiene que solicitarlo la propiedad de la vivienda».
La mujer afectada dice que tiene alquilada la casa de la planta baja desde hace «17 o 18 años» y que la convivencia con el entorno fue buena hasta que los clanes familiares ocuparon la «casa de arriba» hace unos cuatro años. Según la señora, los okupas se rotan y los últimos están siendo los peores. «Los anteriores me inundaban el baño -explica-, pero estos me han destrozado la casa. Tengo hundimientos en el techo, grietas, humedades... Arman escándalo, me insultan, me escupen, me tiran huevos cuando salgo a tender ropa a la huerta...».
Estos hechos tienen lugar en el corazón del pueblo, a pocos metros del edificio que está construyendo el Gobierno de Cantabria para ofrecer viviendas de alquiler a jóvenes. «Estoy atrapada -añade-, no tengo dinero para marcharme. Aquí pago 234 euros de alquiler y en otros sitios me piden 400 o 500. Mi hijo está en el paro. Es triste, pero en los últimos meses me he negado a pagar el alquiler porque esta casa ya no está habitable».
La mujer muestra a este periódico el deterioro de la cocina, el pasillo, las habitaciones, el baño... y también se queja de la presencia de ratas y una plaga de pulgas desde que están los okupas. «Son muy descarados, le han dicho a la Policía que ellos no se van mientras tengan luz y agua. En la casa de al lado también tienen problemas con otro clan familiar parecido. Les han llegado a tirar hasta un gato y vasos por la ventana», concluye.
Pero en Torrelavega hay más casos. Vecinos de la calle Marqueses de Valdecilla y Pelayo denunciaron el año pasado «la indefensión» en la que se encuentran debido al estado de un bloque de viviendas abandonado en el que desde hace más de dos años viven varias familias. Se trata de un edificio situado en el número 9 de esta calle del barrio de La Inmobiliaria, que en su momento quedó en manos de la Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria. Dicho inmueble ya sufrió, según relatan los vecinos de las viviendas colindantes, la presencia de okupas, pero «hasta ahora no habíamos tenido más problemas».
Una de las vecinas afectadas, Inmaculada Iglesias, aseguró a El Diario Montañés que el deterioro externo del edificio es «grave», además de las humedades que presenta la estructura y el interior de las viviendas, lo que dice que «está provocando la pérdida de solidez de los muros de carga y de no intervenir a tiempo puede derivar en el asentamiento del bloque en los muros maestros y el consiguiente estado de ruina». Inmaculada explicó que las humedades son consecuencia de la acumulación de agua en el terreno que se filtra y genera presencia de hongos, moho, malos olores, bacterias y que tiene como consecuencia «enfermedades en las personas que viven en estos bloques».
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