Vecinos critican el estado del entorno de la nueva pasarela sobre el río Saja

«Para qué queremos un puente peatonal que une la ciudad con el complejo deportivo Óscar Freire y El Patatal, si una vez que llegas al otro lado del río es imposible transitar porque es un barrizal», se pregunta Juan Luis Fernández, el único paseante que en un rato se atrevía ayer a caminar por la senda fluvial.

Además, lamenta el estado en el que se encuentra este paseo junto al río a la altura de los pilares de la autovía. «Por aquí solo vienen los valientes que hacen cross o ciclocross, lo demás es imposible. ¿Quién se va a meter por aquí con unos niños en bicicleta? ¿Tan difícil es urbanizar la pista, en la que solo hay barro y ni un punto de luz?», apunta.

También las últimas lluvias caídas en Cantabria han afectado a los accesos a El Patatal y a la nueva pasarela, donde la valla metálica con estacas de madera que delimita la zona ha quedado derribada en mitad de la senda. Los vecinos critican que, después de semanas, el Ayuntamiento no haya arreglado los desperfectos, al igual que ocurre en el paseo peatonal de la ribera del río, donde a los efectos de las lluvias se une la crecida del río durante esas jornadas, que ha dejado restos de árboles y ramas en el entorno.

También son frecuentes las quejas de los ciclistas que hacen rutas por el entorno de El Patatal, junto a los terrenos de Sniace, y que lamentan las dificultades que tienen para acceder desde la pasarela peatonal al encontrarse la valla caída en mitad de la vía. El deterioro de una gran parte de las zonas verdes de la senda peatonal que discurre junto al río Saja-Besaya ha desatado las críticas de los vecinos que cada día transitan por este camino.

Además, muchos ciudadanos que cruzan la nueva pasarela sobre el río se encuentran con que apenas pueden pasear por la ribera. La vegetación invade el maltrecho corredor verde, especialmente en la zona inundable, mientras el proyecto municipal de recuperación de las márgenes del Saja-Besaya se encuentra pendiente de ejecución desde hace varios años.

Las graves inundaciones del 24 de enero de 2019, las más importantes de las últimas décadas en Cantabria, dejaron importantes daños que aún en algunos casos se sufren sobre el terreno.

El peor parado fue el corredor verde que se construyó en las riberas en la legislatura 2011-2015, en el que se invirtió un millón de euros para que los torrelaveguenses dejaran de vivir de espaldas al río, después de varias décadas de contaminación. Maleza y plásticos quedaron agolpados en algunas zonas de la orilla, a veces a varios metros de altura. Muchos árboles, algunos de gran porte, fueron derribados y arrastrados por la fuerza de la corriente.

El Ayuntamiento es consciente de estos problemas y por eso ya anunció que el proyecto de la pasarela sobre el río –superior al millón de euros– contará con una segunda fase, consistente en acondicionar los terrenos que hay por debajo de la autovía. Así se trasladó a los grupos municipales, adelantando que estas obras adicionales de acondicionamiento y urbanización tendrán un coste de unos 200.000 euros.

El Consistorio ya dispone de la autorización de la Confederación Hidrográfica del Norte y el objetivo es redactar un proyecto para habilitar y acondicionar los accesos a la pasarela sobre el río en el margen de los terrenos junto al complejo deportivo Óscar Freire y la finca de El Patatal, que comunica con el carril bici que llega hasta Suances.