Atracciones, risas y amigos en el primer día de las ferias
El Zapatón ·
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El calor de la jornada no frenó a las miles de personas que deseaban disfrutar del centenar de propuestas para divertirseTorrelavega tiene ganas de fiesta y a medida que descendían las temperaturas y avanzaba la tarde esas energías se notaron en El Zapatón, donde ayer quedaba abierto el recinto ferial de las fiestas de Torrelavega, que se mantendrá activo hasta el día 21. Año tras ... año, es uno de los eventos principales de las fiestas de la Virgen Grande, que reúne a miles de niños, adolescentes y mayores para pasar una tarde llena de adrenalina y entretenimiento.
Sin embargo, ayer el principal protagonista fue el calor. La apertura se alargó mientras los feriantes terminaban de montar las tómbolas y juegos. Todavía, a las 18.00 horas, podía escucharse a los globos hinchándose y el esfuerzo de los trabajadores que se quitaban el sudor de la frente. «Esperemos que el buen tiempo se mantenga y la gente pueda seguir viniendo», comentó uno de ellos mientras limpiaba la barra.
Pero, poco a poco, empezaron a entrar al recinto los primeros vecinos y grupos de amigos, que paseaban totalmente preparados, con abanico en mano para aguantar bajo el sol y con el pañuelo de las fiestas en el cuello, brazo o incluso en el pelo. Las peñas, aún más equipadas, hasta tenían camisetas de las fiestas, con el nombre de la iniciativa 'Somos 39300', lanzada por el Ayuntamiento.
El comienzo fue algo tímido. Al llegar, los visitantes trataban de ojear sus opciones como el clásico Ratón Vacilón -cuyo lema siempre resuena en la mente después de una tarde de ferias- «Ai, que te como, que te como», repetía y bromeaba un grupo de amigos que pasaba por el lado.
Otros se iban haciendo una lista. «Luego jugamos a eso», decía una niña tirando del brazo a su padre y señalando el mítico juego de pescar patos para ganar un premio. «Ese te va a encantar Martín, luego nos montamos» decía una madre refiriéndose al típico Tren de la Bruja, pero en una versión modernizada de las Tortugas Ninja.
Y así la calle, llena de juegos, se fue llenando también de personas, hasta que quedó completamente cubierta. Cuadrillas y parejas que paseaban con un cucurucho lleno de patatas con salsas, las ya famosas salchipapas o algodones de azúcar y manzanas caramelizadas en el caso de los más golosos.
Las opciones de las ferias durante estos días están dedicadas a todos los públicos, y es que desde los ritmos del reguetón más antiguo al último tema del verano que sale de las atracciones, así como con los gritos del tombolero vendiendo las papeletas -y ofertando los posibles premios-, es imposible que te aburras si pasas por El Zapatón.
Camas elásticas, hinchables, bingo, y más de una, dos o tres plataformas de coches de choque donde distintos grupos y familias se divirtieron compitiendo entre sí. «Voy a por ti», gritaba un niño a su hermana. Todo el mundo va buscando lo ideal para pasar un buen rato. «Repetimos todos los años, porque el ambiente es increíble, sobre todo de noche, se llena mucho y si se viene a las fiestas, por las ferias hay que pasar sí o sí», dice Elena que venía de Puente San Miguel para pasar el día con sus amigas en Torrelavega.
El Barco Vikingo -con su incesante balanceo- o El Kanguro -esa atracción de brazos mecánicos que suben y bajan-, son algunas de las favoritas de los adolescentes, mientras que los adultos prefieren quedarse en una mesa y tomar algo mientras ven a los niños disfrutar. «Una cerveza y un bocadillo y después al pregón», dice Javier que también viste su pañuelo de las fiestas.
Hay incluso quienes prueban suerte en los juegos de encestar en canasta, en las máquinas de gancho o en los dardos a cambio de un premio. En este último, esperanzado lo intentaba un niño pequeño que debido a su altura se tuvo que subir a un pequeño taburete para ayudarse a atinar en la diana. Las normas están claras -como que no se debe tirar cruzado, o que si un dardo cae y explota un globo no cuenta- y el objetivo también- conseguir uno de los tantos premios que cuelgan del toldo.
Y es que el paseo por las ferias es una constante exposición de muñecos y peluches de todos los tipos: unicornios, serpientes, osos, hasta personajes como Bob Esponja o PeppaPig. En el recorrido, además de las atracciones y la adrenalina, no pueden faltar tampoco los puestos llenos de bolsos, pulseras y sombreros.
Entre las risas y el bullicio de la gente, la buena energía de las fiestas de la Virgen Grande estaba presente, y los torrelaveguenses están dispuestos a que así sea hasta el día 20. Hay personas que se reencuentran. «Cuanto tiempo hace», grita un señor a su amigo algo más lejos. «¿Aquí otra vez como todos los años?», le pregunta mientras se abrazan. Los compañeros de instituto se reúnen en busca de una tarde de diversión para iniciar las fiestas por todo lo alto y las peñas corroboran este sentimiento.
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