![Como el año pasado la ciudad se tiñó de color blanco para celebrar la marcha por el Bulevar.](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/201808/13/media/cortadas/Imagen%20_PAL1449-kqrD--624x385@Diario%20Montanes.jpg)
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PAULA DÍAZ REVUELTA
Torrelavega
Lunes, 13 de agosto 2018, 08:13
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar». Algo así debieron de pensar los vecinos de Torrelavega que, bajo un cielo prácticamente despejado, se animaron a participar en la décima edición de la Marcha Bulevar Ronda, un evento consolidado en la programación de fiestas de la Virgen Grande.
La caminata reunió en la mañana de ayer domingo a cerca de 2.000 vecinos y visitantes que se animaron a hacer algo de deporte a pesar de las altas temperaturas. Así, la Marcha comenzó pasados cinco minutos de la hora prevista, las 11.00 horas, arrancando desde el recinto de La Lechera.
Camiseta y cartilla en mano, centenares de caminantes iniciaron la marcha a buen ritmo, algo que a lo largo de la ruta fue diluyéndose.
A la altura del I.E.S Besaya, la marea blanca hizo de las suyas, parando el tráfico y haciéndolo intermitente. Fue precisamente esto lo que causó algún que otro roce entre conductores y caminantes, algo que se quedó en anécdota y no fue más allá.
A eso de las 11.20 horas, los participantes entraron al Barrio Covadonga, lugar donde se dio el primer sellado de la 'Cartilla del almirante'. Hecho el trámite, los viandantes reanudaron la marcha hasta llegar, a eso de las 11.45 horas, al segundo punto de sellado en la Plaza de las Autonomías, en donde quienes estaban al cargo de los sellos procuraron un orden para la correcta circulación: «vayan pasando uno por uno, gracias».
Con algo más de la mitad del camino hecho, los participantes aprovecharon para refrescarse con un pequeño dispensador de agua que había junto al puesto de sellado.
A la cabeza de esta marcha se pudieron ver rostros conocidos del equipo de gobierno del Ayuntamiento como los del concejal de Parques y Recursos Humanos, José Luis Urraca, o al de Urbanismo, José Otto Oyarbide, este un poco más atrás.
Tras reencuentros, paseos en familia y risas entre amigos, el reloj marcaba las 12.15 horas cuando los pasos llevaron a los peatones hasta el tercer punto de sellado, situado junto al colegio José María Pereda.
Sin apenas complicaciones, a esta altura del recorrido ya se podía escuchar música en la calle, lo que invitaba a recorrer esos últimos metros para llegar al destino final: la Plaza de La Llama.
Una vez allí, los asistentes depositaron parte de sus cartillas del almirante -en las que venía un número de identificación personal- en una urna a la que después, alguna mano inocente tendría acceso para escoger un ganador del sorteo que se llevó a cabo tras la marcha.
Los 2.000 participantes que completaron la ruta con éxito pudieron refrescarse al término del trayecto gracias al reparto de bebidas que algunos voluntarios realizaron en la entrada a meta. Durante este paseo de domingo, conocido por todos como 'la Ruta del Colesterol', toda la ciudadanía tuvo su hueco; desde los más pequeños, hasta gente de mediana edad y, sorprendentemente, los más mayores, quienes en esta décima edición de la Marcha Bulevar Ronda se mostraron los más participativos. También tuvieron su protagonismo los acompañantes caninos, quienes -algunos- llevaban su particular camiseta. La cifra de participantes de este evento demostró, una vez más, que esta actividad se ha convertido en 'impresdincible' dentro de la programación de fiestas año tras año, pues en cada edición aumenta la cantidad de inscritos. La pasada edición, la Marcha Bulevar Ronda acogió a 1.800 participantes, siendo el recorrido el mismo. «Nosotros venimos todos los años con nuestros hijos, nos gusta que vean que el deporte es divertido», apuntaban algunas familias.
A pesar de que el evento no tuviera carácter competitivo, los 'piques' sanos entre niños estuvieron a la orden del día durante el paseo. También, algunos de los caminantes se dejaron ver bien equipados con mochilas deportivas y marcapasos, algo que quizá resulte excesivo para un evento de estas -leves- condiciones.
En líneas generales, la décima edición de la Marcha Bulevar Ronda transcurrió sin incidentes, con alguna queja sobre el calor (pues no era para menos con 27 grados), con alguna mini guerra de agua entre padres e hijos y con la satisfacción de haber hecho deporte. Y encima en una jornada de domingo.
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