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Gorgorito volvió a demostrar por qué es el rey infantil de las fiestas de Torrelavega desde hace 64 años. El cambio de escenario a última hora por amenaza de lluvia no impidió que los pequeños de la casa llenasen el Teatro Municipal Concha Espina (775 ... localidades) para participar en las aventuras del popular muñeco, un títere que representa a un niño sencillo e inteligente. Como siempre, contestaron a sus preguntas y le avisaron de los peligros, como hicieron cuando eran pequeños sus padres y abuelos, que hoy les acompañaban. La clave del éxito sigue siendo la misma: los niños forman parte del espectáculo, están atentos y abren bien los ojos para que Gorgorito salga triunfante de sus aventuras.
La representación se realizó el día anterior en el Bulevar Demetrio Herrero. Fue su regreso a la calle, su escenario tradicional, después de dos años con aforo limitado y control de acceso en el Concha Espina por la pandemia. También fue su vuelta a la gratuidad, dado que durante la crisis sanitaria en el teatro costaba un euro. Se estrenó con éxito el cuento 'Rosa Linda al rescate', pero la fina lluvia provocó que hubiese menos público y también incomodidades por los paraguas, los chubasqueros...
Para evitar esas molestias, se decidió cambiar de ubicación, pero sin apenas anunciarlo. Una vez más, funcionó en la ciudad el boca a boca y grandes y pequeños no faltaron a su cita con Gorgorito en el teatro. Para muchos la llegada fue un poco agitada, con el tiempo justo para acceder al espectáculo, cuyo comienzo se retrasó unos minutos por ese público de última hora. Los niños, muchos todavía en carrito, fueron acompañados por hermanos, padres, abuelos..., algunos luciendo el pañuelo de las fiestas.
Los nervios y las prisas de la entrada, no exenta de algún que otro llanto, dieron paso a la expectación y la interacción con la marioneta nada más comenzar el espectáculo entre aplausos. «¿Qué tal estáis?», preguntó como siempre Gorgorito, y el griterío no se hizo esperar: «¡Biennn!». Se iniciaba así una fiesta de una hora con una nueva aventura, 'Gorgorito y Rosa Linda en China', un viaje en el que el entrañable títere volvió a imponerse a los malos con ayuda de sus incondicionales fans entre el público. Siempre en alerta, dispuestos a avisar del peligro con sus gritos».
La compañía de marionetas, Maese Villarejo, es familiar y tiene una dilatada trayectoria. La creó Juan Antonio Díaz a mediados del siglo pasado, lo mismo que a su muñeco estrella. Pronto se le unió su mujer, Pepita Quintero, y empezaron a girar por toda España, acompañados en verano por sus entonces pequeños hijos, Juan y Mónica, que han heredado el espectáculo. La primera vez que el grupo actuó en las fiestas de Torrelavega fue en 1959, el año en el que accedió al poder Fidel Castro en Cuba y la Unión Soviética lanzó el primer artefacto a la Luna. Desde entonces no ha fallado en ninguna edición de La Patrona, salvo «un paréntesis entre 1997 y 2002, y hace tres años por la pandemia», recuerda Juan Díaz Quintero, que maneja todos los muñecos y sus voces junto a su hermana.
Para ellos actuar en las fiestas de Torrelavega es «como volver a casa». «Cantabria es muy bonita –señalan–, pero más aún encontrarte con personas de todas las edades que te recuerdan que ellos vieron a Gorgorito. Y es que con nuestro espectáculo han disfrutado ya varias generaciones». Juan recuerda que en las aventuras que representa la compañía no sólo participa Gorgorito, sino también su amiga Rosa Linda, su hermano Garrafito, la malvada bruja Ciriaca o el ogro Dientes Largos.
Lo hermanos Díaz Quintero tienen claro cuál es la clave del éxito: «La magia está en la participación de los niños. Viven el cuento en primera persona. Están atentos y abren bien los ojos porque sin su ayuda Gorgorito puede caer en una trampa. Gritan y le avisan. Son esenciales en el espectáculo».
«Lo llevamos en el ADN»
Como «tantos otros», Maese Villarejo apenas tuvo actividad durante la crisis del covid, una etapa que recuerdan con tristeza. Ahora, una vez recuperada la normalidad, esperan seguir disfrutando de su trabajo hasta que «el cuerpo aguante». «Lo llevamos en el ADN y, además, la concejala de Festejos nos recuerda que no podemos faltar y que somos el primer espectáculo que contrata el Ayuntamiento cada año para las fiestas de La Patrona», concluye orgulloso Juan.
Al término de la representación, algunos padres y abuelos mostraron su pesar por la escasa presencia de este tipo de propuestas para niños en el programa festivo de la Virgen Grande, iniciativas que aparten a los niños durante unas horas de la pantalla del móvil o la televisión. Y es que, como en ediciones anteriores, los pequeños de la casa tienen que conformarse con la oferta ya tradicional durante La Patrona de las atracciones infantiles en el recinto ferial y algunos espectáculos, como el Festival de Teatro de Calle, que entretiene a pequeños y mayores mientras pasean por las siempre multitudinarias fiestas de Torrelavega.
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