Productos de limpieza tóxicos

Productos de limpieza que pueden ser mortales

En el caso de la mujer fallecida el sábado en Gijón los primeros indicios apuntan a que utilizó el desatascador y se produjo algún tipo de reacción química, a tenor de lo ennegrecido que quedó el fregadero. Sufrió una insuficiencia respiratoria causada por inhalación de sustancias tóxicas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un listado de «productos que, por su toxicidad y peligrosidad, pueden amenazar nuestra salud».

Los desatascadores son tan agresivos para las personas como para el medio ambiente y «la culpa es de las sustancias corrosivas que contienen para eliminar la suciedad, normalmente sosa cáustica y lejía». Desde la OCU recomiendan evitarlos y recurrir a métodos tradicionales 'mecánicos', como el desatascador manual con ventosa, el aire comprimido o el tradicional alambre –eso sí, con cuidado de no dañar las tuberías del desagüe–. Si, en todo caso, decidimos emplear uno de estos productos es «imprescindible» fijarse en los «pictogramas de seguridad» que vienen en el envase.

Los limpiahornos también son corrosivos. Suelen contener sosa cáustica, por lo que hay que ser extremadamente cuidadosos y seguir a rajatabla las instrucciones de seguridad. En todo caso, recuerdan en la OCU, «no son imprescindibles», ya que existen opciones muy eficaces: «Hay que limpiar siempre el horno después de usarlo y antes de que se enfríe por completo, con lo que evitamos la suciedad incrustada y requemada, que es la que obliga a recurrir a los productos más agresivos. Una buena opción es usar limpiadores naturales como bicarbonato o vinagre o cualquier lavavajillas neutro», explica la experta en limpieza Begoña Pérez, conocida en redes sociales como La Ordenatriz.

Se hicieron imprescindibles durante las primeras fases de la pandemia del coronavirus pero, salvo en situaciones excepcionales, tampoco son necesarios. «Los productos desinfectantes crean un ambiente de asepsia poco realista y contribuyen a la creación de resistencias bacterianas», señalan en la OCU. Además, las sustancias desinfectantes «permanecen en el agua de desagüe y dañan flora y fauna». No hace falta recurrir a estos productos para limpiar, basta jabón o detergente, sin desinfectante. «El detergente es capaz por sí solo de arrastrar los microorganismos. Por ello, es más recomendable utilizar un buen producto de limpieza de hogar».

Los ambientadores y difusores de aromas utilizan sustancias y disolventes que son potencialmente nocivos para la salud. «Pueden provocar o empeorar el asma, las bronquitis y las migrañas», inciden en la OCU. La alternativa más eficaz es ventilar y airear las habitaciones. Otra opción son los ambientadores naturales elaborados con extractos de plantas y aceites esenciales.

Los productos más peligrosos son las lejías y los liberadores de cloro, que ya causan el 27,2% de las intoxicaciones y se han incrementado en los últimos años. También se dan muchos casos de afectados por la mezcla de productos de limpieza. El amoníaco y los lavavajillas a mano completan el top de las sustancias limpiadoras que están detrás del mayor número de este tipo de accidentes en el hogar.

Los más comunes son por ingestión, irritación cutánea, irritación ocular o inhalación. El Servicio de Información Toxicológica destaca el incremento de casos en los últimos años, principalmente tras la pandemia. Antes del covid rondaban las 8.000 consultas anuales en ese servicio y ahora superan las 13.300, lo que revela el aumento de intoxicaciones como un efecto colateral del mayor uso de limpiadores con intención de desinfectar.

Si usas productos de riesgo, sigue estas recomendaciones

Lee instrucciones de uso y advertencias de peligro. Y cúmplelas. Aprende a interpretar los símbolos que advierten del riesgo.

Conserva el producto en el propio envase. Imprescindible para evitar confusiones. Y, si trasvasas el contenido, hazlo únicamente al envase original.

Los envases siempre cerrados. Siempre fuera del alcance de los niños.

Protégete las manos con guantes. O, al menos, utiliza los productos con las manos secas y límpialas bien después de cada uso.

Ojo con las salpicaduras a los ojos. Emplea gafas protectoras si se indica en las instrucciones.

Ventila la habitación después de usar los productos de limpieza.

Ten especial precaución con el amoníaco. Si lo usas, no lo mezcles con otros productos, las consecuencias pueden ser fatales.