Avena, la moda que no cesa. ¡Y en su versión más saludable!

Dice que «no hay receta de 'real food' (comida real) que no incluya la avena» y pasa a ensalzar sus virtudes: «Además de hidratos de carbono, la avena posee vitaminas del grupo B, minerales y fibra, pero debe ser 100% integral, porque también se venden copos refinados y eso es como si tomáramos harina blanca», advierte el especialista. Él se declara fan de las gachas de avena, que «anima» con frutos secos, yogur y fruta. «Es un alimento con poca proporción de grasas. Aunque no es una cuestión de calorías, no es tanto contar calorías, sino que cada caloría cuente. Y cada caloría de avena aporta nutrientes interesantes».

– ¿Es el único 'superalimento' que no pasa de moda?

– Eso de 'superalimento' no me gusta nada, es 'marketiniano', pero es cierto que hay un 'boom' de la avena que se lleva manteniendo veinte años. Y continuará.

Desde la Academia Española de Nutrición y Dietética, Eduard Baladia coincide en los beneficios de este alimento, aunque advierte dos cosas. La primera, «que igualmente versátil y saludable que la avena lo son otras legumbres y cereales», de manera que a quien no le guste la avena –a él mismo– «puede prescindir de ella sin que su dieta sea menos saludable». La segunda advertencia se refiere a la asociación de este alimento con la repostería. «Veo muchos dulces con avena. Cambiar un desayuno de cereales superazucarados por un bol de avena es un cambio de hábito saludable pero, ¡ojo! no por añadir avena a un dulce lo haces más sano porque no deja de ser bollería y la bollería debe ser de consumo muy ocasional». Él, dice, la utiliza para hacer bizcochos caseros muy de vez en cuando: «Lo bueno de la avena es que es fácil encontrarla sin azúcares añadidos, cosa que resulta más complicada con otros cereales. La avena, a diferencia de otros, ha conseguido consolidarse en el mercado en su versión más saludable».

Más allá de los dulces, la avena se ha colado también en primeros y segundos platos, «como aderezo de ensaladas o en rebozados», propone Luis A. Zamora, que considera este un alimento especialmente interesante para las personas que hacen deporte. «La avena da mucha energía, pero lo hace de manera controlada». Y compara el efecto de comerse un bollo con lo que sucede cuando tomas un bol de avena –«dos o tres cucharadas soperas sería una ración suficiente»–. «La energía que proporciona la avena se va liberando poco a poco. Como tiene mucha fibra, hace un efecto de malla, dura más y evita los picos de azúcar. Si te comes un bollo, sin embargo, a los cinco minutos te habrá subido muchísimo el azúcar. Y tendrás hambre mucho antes que tomando avena, que es un alimento más saciante».