![Picores, sangrados... por qué los problemas del trasero son el último tabú médico](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/05/12/imagen%20web%20culos-kQkG-U200280709104RqE-1200x840@RC.jpg)
![Picores, sangrados... por qué los problemas del trasero son el último tabú médico](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/05/12/imagen%20web%20culos-kQkG-U200280709104RqE-1200x840@RC.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Solange Vázquez
Viernes, 12 de mayo 2023
Hay personas a las que les encanta hablar largo y tendido de sus dolencias, que cuanto más asteriscos tienen en sus analíticas más exultantes lo cuentan a quien quiera oírlo, trufando el relato con toques de suspense, detalles y muchos términos médicos. Una costumbre muy ... popular sobre todo a ciertas edades y en ciertos círculos donde temas más interesantes de conversación escasean. Sí, a veces tenemos un afán desmesurado por relatar nuestras miserias físicas, como explican muy bien en la canción 'Hay que bien tan mal' del dúo Ojete Calor, con perdón del nombre, que se refiere, precisamente, a esa parte del cuerpo cuyos problemas nos dan tanta vergüenza que solemos mantenerlos como un secreto de estado... Sí, las cosas del trasero no se suelen airear por ahí.
Nos cuesta tanto hablar de ello que incluso delante de un médico nos aturullamos. Un tabú que, a estas alturas, debería haber pasado ya a la historia pero que, según afirman los especialistas en proctología -especialidad centrada en las enfermedades del ano, recto y suelo pélvico- ahora mismo es mucho mayor que el de ir al ginecólogo o al urólogo. «Para nosotros el ano y el suelo pélvico son órganos apasionantes y complejos, pero entendemos que cause pudor exponer nuestro culo a un desconocido», asegura Izaskun Badiola, proctóloga de Proktos Clinic, especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo. ¿Ha dicho culo? Sí, con todas las letras. Al final, es como le llamamos y ya el hecho de tener que buscar sinónimos o eufemismos para referirnos a él (retaguardia, trasero, lo de atrás...) nos da la medida de la vergüenza que todavía causa hablar de él. «Los pacientes siempre nos comentan su preocupación por si está limpio, por si durante la exploración reaccionan de manera no deseada (por ejemplo, escapándoseles un viento), pero para nosotros es normal, lo entendemos bien y sabemos que el ano es el responsable de la evacuación de las cacas y no siempre es un sistema perfecto», añade su compañera Amaia Sanz, también protóloga del mismo centro.
Tal y como explican, muchas veces el pudor lleva a la gente a sufrir en silencio, expresión que ha popularizado un anuncio de crema antihemorroidal, y a acudir al especialista tras mucho aguantar. En contextos hospitalarios se ven casos de personas que van con infecciones anales «que ponen en riesgo la vida por consultar tarde debido a diferentes motivos, pero uno de ellos, evidentemente, es el pudor», lamentan.
Para ayudar a los pacientes a vencer sus miedos y pudores, las doctoras creen que lo mejor es explicarse «de forma cercana» y hacerles saber que a ellas les encanta su profesión (si el afectado cree que el profesional está pasando un momento desagradable por su 'culpa' el agobio es máximo).
Aun así, sigue habiendo momentos delicados. Como cuando se le dice al paciente que pase a la camilla para la exploración... «y alguno, reticente, pregunta si hay que bajarse o quitarse la ropa interior. ¡Todavía no hemos desarrollado la capacidad de ver a través de la ropa! -bromean-. Pero al final siempre acabamos hablando con confianza».
¿Cuáles son las patologías más habituales del ano y suelo pélvico? Hemorroides, fisuras, fístulas, picores, dolores en la zona, infecciones de transmisión sexual, aparición de bultitos, prolapsos, incontinencias, estreñimiento de salida (las heces llegan al ano pero la persona es incapaz de expulsarlas -a veces deben ayudarse de las manos-). Según indican, no suelen ser problemas de vida o muerte, pero en muchos casos sí terriblemente molestos y dolorosos y que generan muchísimas preocupaciones. Estas son tres motivos frecuentes de consulta.
La sangre es muy escandalosa y si nos sale por ahí... todas las alarmas se nos encienden. Empezamos a buscar en internet y nos salen un montón de referencias al cáncer de colon. Puede ser, pero no es, para nada, lo habitual. «El sangrado es muy frecuente y en la mayoría de los casos se debe a una causa benigna, como hemorroides o fisuras, aunque siempre hay que consultar por si es señal de una enfermedad más grave», aconsejan.
«Se estima que hasta un 5% de la población sufre prurito o picor anal, sobre todo entre los 40 y los 60 años y especialmente los hombres», apuntan. El origen suele ser benigno -hemorroides, fístulas, fisuras-, pero a veces es desconocido y se trata con cambios dietéticos, higiénicos y pomadas.
Hay personas que no pueden controlar la evacuación de las heces ni los gases, «lo que tiene un efecto devastador para ellos y su vida social», señalan las proctólogas. Lesión neurológica, en los esfínteres, cirugías o traumatismos anales... hay que buscar la causa para tratarlo y muchas veces requieren cirugía. En el polo contrario a la incontinencia está el estreñimiento de salida, cuando un problema a nivel pélvico impide que las heces salgan cuando queramos (puede ser por tumores o prolapsos o porque nos duele y contraemos el ano). «Se actúa según su origen y cobra especial importancia la fisioterapia de suelo pélvico», añaden.
Los médicos nos van a entender de todas todas, pero las dos proctólogas, dado el lío que nos hacemos con las 'bajeras' nos dicen cómo llamar a cada cosa para que nos expliquemos bien. «El ano es el agujero del culo y el periné o perineo entre el ano y la vagina o entre el ano y los testículos. Y detrás del ano está el surco interglúteo, la 'raja del culo', que termina en la zona lumbar», aclaran.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.