La interiorista que triunfa en Nueva York Descubre por qué la decoración de esta casa es la más chic de Manhattan
Su estilo ecléctico, que fusiona Oriente y Occidente, es el nuevo mantra. Sara Story es la decoradora de moda. Y todo empezó en esta casa de Manhattan. Una clase magistral.
Viernes, 06 de Octubre 2023
Tiempo de lectura: 2 min
Sara Story se despierta cada día con vistas a uno de los jardines más distinguidos de Manhattan. Haber hecho realidad el sueño de convertir su residencia principal en un edificio de cinco pisos, construido a mediados del siglo XIX en la zona de Gramercy Park, fue el comienzo de una carrera fulgurante.
Tras obtener una licenciatura en Psicología, Story estudió Arquitectura y Diseño de Interiores y pasó por varios estudios hasta emprender su propio negocio. Ahora, la firma de diseño de interiores que lleva su nombre trabaja en proyectos residenciales de todo el mundo y Story se ha convertido en una de las mejores diseñadoras de Nueva York.
Pero todo comenzó aquí, en Gramercy Park. Porque fueron los elogios de la crítica sobre la renovación de este majestuoso edificio los que catapultaron a Sara al olimpo del diseño y fomentaron las bases de su visión estética: una combinación de piezas de arte contemporáneo con objetos y muebles vintage recopilados de todos los rincones del mundo, pero, sobre todo, de sus viajes por Asia.
«Nací en Japón, pero pronto mis padres se trasladaron a Singapur y de ahí nos fuimos a Texas»
Story atribuye a su infancia, con unos padres enamorados del arte, su pasión por la cultura oriental y por el coleccionismo. «Nací en Japón, pero pronto mi familia se trasladó a Singapur y, cuando cumplí 6 años, nos fuimos a vivir a Texas», explica en su nuevo libro, The art of home (Rizzoli).
Inspiración nómada
«Éramos diferentes del resto de las familias con las que crecimos. Nuestra casa estaba llena de las cosas que mis padres iban recopilando de distintos países de Asia», cuenta. Grabados en madera, alfombras turcas, piezas lacadas, cestas de mimbre... Story incorporó algunas de esas piezas a su casa, con paredes forradas de madera o papel pintado, donde conviven con pinturas de artistas contemporáneos como el alemán Daniel Richter, el islandés Ragnar Kjartansson o el japonés Yoshitomo Nara.
La residencia de piedra rojiza en la que Sara vive junto con su marido y sus tres hijos tiene un dormitorio principal, tres habitaciones para los niños, cuatro cuartos de baño, sala de estar, sala de juegos y oficina. Cuando la diseñadora y su marido la alquilaron hace dos décadas, el reto era monumental, pero Sara lo tenía claro: «Eso es lo que hace la vida más interesante: escalar el monte Kilimanjaro, correr una maratón, encontrar algo que te desafíe física y mentalmente».
El comedor
Bienvenida
El papel pintado de la sala de juegos deja paso a un comedor lleno de flores y candelabros de Jermaine Gallacher.
El salón
Fusión
Conviven un sofá con telas Fortuny de los setenta y una mesa auxiliar con forma de saltamontes del artista Mario López Torres.
La cocina
Panelada
Una mesa Knoll antigua preside la cocina, panelada por completo en madera de nogal.
El dormitorio
Con vistas
Un cuadro de Alison Blickle (entre las ventanas) y una lámpara de techo de Hervé van der Straeten presiden el dormitorio, con vistas al jardín.
El baño
Desde Marrakech
La diseñadora se inspiró en sus viajes por Marruecos para este baño de paredes lacadas en rojo y suelo de cerámica.
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