¿Deben ser distintos los entrenamientos si eres hombre o mujer? La respuesta es sí

Este artículo no pretende ahondar en diferencias entre sexos, ya que ambos pueden conseguir el máximo rendimiento deportivo con un correcto entrenamiento, pero considero interesante destacar diferentes enfoques en las sesiones de ejercicio, especialmente beneficiosas para hombres o mujeres, en función de sus características biológicas, anatómicas o de masa muscular.

Para entender la diferencia en el entrenamiento entre el hombre y la mujer tendremos que tener claros dos aspectos:

-El físico referido a nivel de constitución de fibras (existen dos tipos de fibras: las blancas o de contracción rápida y de mayor tamaño que las rojas o de contracción lenta). En las mujeres predominan las fibras rojas, al contrario que en los hombres.

-El hormonal, ya que la mujer tiene una menor producción de testosterona y ésta fundamental para la creación de masa muscular, aunque tiene otros mecanismos de crecimiento (insulina, hormona de crecimiento…) por lo que debemos incentivar estas otras vías.

Con el entrenamiento, las fibras rojas o parte de ellas se pueden transformar en blancas y, para conseguirlo, el trabajo que hagamos debe ser intenso. La mujer tiene un umbral del dolor para las actividades motrices menor y, en general, es capaz de sufrir menos haciendo ejercicio. Así que aunque nos esforcemos lo mismo, el cerebro femenino no es capaz de reclutar tantas fibras ni de traspasar tanto la barrera del dolor como en el caso del hombre, por lo que a la hora de entrenar tiende a ser menos eficiente. Esto no significa que haya que entrenar más flojo ni dejar de mejorar, sólo tenemos que tenerlo claro porque el resultado final puede ser menor y la actitud es muy importante.

Un punto importante a la hora de entrenar es el enfoque a nivel estructural de las sesiones, es decir, qué partes del cuerpo deben tomar mayor importancia. En la mayoría de los casos, las mujeres pueden centrarse a la vez tanto en el tren inferior como en el superior, y los hombres deben estructurar los entrenamientos por partes.

En lo relativo al aspecto hormonal y partiendo de la base de que por naturaleza el desarrollo muscular en la mujer es menor que en el hombre, los mecanismos de activación de las hormonas que posee la mujer se incentivan de la misma manera que la testosterona, es decir, con entrenamientos «pesados» y con cargas progresivas. Realizando elíptica, por ejemplo, no vamos a desarrollar el glúteo.

Como conclusión decir que las mujeres debe de entrenar más, ya que es capaz de soportar mejor las sesiones en cuanto a duración. Además tienen una mejor recuperación de las mismas y debe realizar entrenamientos de fuerza, hipertrofia, resistencia y flexibilidad exactamente igual que el hombre. Recordad, siempre buscando nuestra mejor versión.

Espero que estéis avanzando con esto del deporte. Mientras, os espero en mi Instagram (@ricardocobocano). ¡Fuerza, equipo!

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