¿Sabes todo lo que el yoga puede hacer por tu bienestar? Te lo contamos

-¿Qué beneficios tiene la práctica de yoga?

Son muchos, pero se pueden resumir:

-En el plano más físico:

-Se trabaja la corrección postural, ayudando a aliviar dolores crónicos.

-Refuerza la musculatura de todo el cuerpo, así como también la estructura ósea, al tiempo que ganamos flexibilidad y agilidad por lo que prevenimos lesiones y fracturas. Retrasa el proceso de envejecimiento.

-Aumenta el control en nuestro cuerpo, mejorando el equilibrio y la propiocepción (percepción inconsciente de los movimientos y de la posición del cuerpo, independientemente de la visión).

-Mejora la calidad del funcionamiento de nuestro aparato digestivo.

-Aumenta la capacidad pulmonar, vigorizando el sistema respiratorio. Enseña a respirar mejor, lo cual aumenta la salud en nuestros órganos, así como limpia y desintoxica el cuerpo desde la capa externa, representada por la piel, hasta los órganos internos.

-Mejora la circulación sanguínea y, al reducir los niveles de cortisol y colesterol en sangre, también repercute positivamente en el sistema nervioso. Ayuda en cuadros de diabetes.

-El aparato reproductor se beneficia exponencialmente.

En los planos psicológico y emocional:

-Combate el insomnio, mejorando la calidad de nuestro sueño.

-Aporta herramientas con las que tratar ansiedad, miedos, estrés, ansiedad, etcétera.

-Ayuda a desarrollar paciencia, tolerancia, concentración y determinación, aceptación, asertividad.

-Mejora la agilidad mental, la memoria, el aprendizaje y la habilidad para resolver problemas.

-Aporta serenidad y paz. Calma la mente y nos aporta estabilidad y fuerza emocional.

-Aumenta la autoestima, la seguridad personal y la capacidad de creer en nosotros mismos superando complejos y límites que obstaculizan nuestro crecimiento personal.

-¿Quiénes pueden practicar yoga? ¿Es apto para todas las edades y condiciones físicas?

-La disciplina del yoga está abierta a todos los públicos. Es una práctica apta para las personas de cualquier edad y condición física y psicológica. Eso sí, hemos de llevarla a cabo con responsabilidad y humildad, reconociendo el punto en el que nos encontramos y respetando en cada momento hasta dónde podemos llegar. Las sesiones van a suponer un reto que nos exige esfuerzo a todos los niveles, pero siempre salvaguardando integridad y salud. Es importante que nos dejemos aconsejar y guiar por profesionales cualificados que nos asistan y acompañen a lo largo del ejercicio.

-¿Con qué frecuencia se recomienda acudir a una sesión?

-Esta elección es muy personal y depende de los deseos de cada persona, así como también de las circunstancias de vida. Mi humilde consejo para aquellos que se inician en la práctica es que lo hagan de forma gradual, marcando ritmos accesibles acordes a sus capacidades actuales, y paulatinamente, ir aumentando el número de sesiones si así lo desean, a medida que se vayan familiarizando con la práctica. Practicar de dos o tres veces por semana es un mínimo sumamente razonable.

-¿En qué consiste una clase de 'Hatha Yoga'?

-Es la raíz y el origen de dicha práctica. Representa la base de la que posteriormente han ido emanando y evolucionando diversas disciplinas, cada una con sus matices y características propias, tales como Iyengar, Asthanga, kundalini, Vinyasa, Bikram, etcétera. Pero todas en esencia siguen siendo 'Hatha Yoga'.

En sánscrito Ha significa Sol y Tha Luna, dos astros que representan la energía masculina y femenina, respectivamente, y es precisamente su unión, el equilibrio y armonía entre las mismas, uno de los objetivos básicos del yoga. El 'Hatha Yoga' busca, a través de la transformación física y mental, el equilibrio entre la fuerza y la flexibilidad.

La tradición de 'Hatha Yoga' señala que esta práctica ha de fusionar tres planos básicos: las posturas físicas llamadas asanas; las técnicas de respiración o pranayama y la meditación. Las asanas son las responsables del fortalecimiento del cuerpo, las técnicas de respiración controlan la energía vital o prana y la meditación calma nuestra mente. De hecho, a medida que profundizamos en la práctica, la invitación es que podamos disfrutar de una meditación dinámica constante mientras realizamos las asanas conectadas con pranayama.

-¿Por qué es tan importante la respiración? ¿En qué consiste el pranayama o técnica de respiración consciente? ¿En qué medida es necesaria ponerla en práctica tanto dentro como fuera de la esterilla?

-Uno de los pilares fundamentales del yoga es, precisamente, la respiración. De hecho, el termino pranayama, al que constantemente se hace referencia, engloba las diferentes técnicas de respiración. Prana es la fuerza o energía vital y Yama significa control. Y uno de los objetivos principales del yoga es elevar la calidad, fortalecer esa llama de vida gracias, en concreto, al control de la respiración.

Ya sólo el hecho de tomar consciencia de cómo respiramos nos devuelve al cuerpo, nos ayuda a desconectar de la opresión mental en la que tendemos a vivir esclavizados, saltando sin cesar de un pensamiento a otro en el bucle de la repetición-obsesión mental… Centrar la atención en la respiración nos hace conscientes del momento presente, del preciso instante que estamos viviendo.

-¿Qué tres motivos son el impulso para que cualquier persona se anime a practicar yoga?

-Encuentro infinidad de ellos, pero intentaré resumirlos en:

- Te ayuda a 'reconectar' con tu verdadera esencia.

- Mejora tu calidad de vida a 360 grados en todas sus esferas.

- Gracias a lo muchísimo que te beneficia a nivel personal puedes contribuir a mejorar también la vida de quienes te rodean e inspirar y motivarles a tomar acción en sus respectivos procesos.

-¿Qué ventajas tiene practicar en una clase frente a la práctica individual en casa?

-Respeto al máximo la práctica individual que cada uno pueda llevar a cabo en su propia casa. De hecho, aplaudo y valoro muchísimo el nivel de compromiso, implicación, dedicación, determinación y fuerza de voluntad de quienes realizan ese tipo de prácticas. Pero el hecho de inscribirte en un centro, supone un compromiso lo cual te obliga a hacer un esfuerzo de dinero y tiempo y, a la vez, sirve de motivación a cumplir en lo que te has prometido. Una vez que estás en la sala cuentas con un profesor que te guía, te acompaña, te explica, te corrige, te muestra el camino, te motiva… y el esfuerzo y energía del grupo se comparte y fusiona, dando vida a cada una de las sesiones que es fruto de la dedicación y la entrega colectiva. Y esta es una sensación que no podemos percibir solos en nuestras casas.

-¿De qué forma influye el yoga en nuestra salud mental o en nuestro bienestar?

-Uno de los grandes regalos del universo yoga es el traernos al momento presente gracias a la toma de la consciencia de nuestra respiración. Un acto tan básico y vital, pero paradójicamente al que no prestamos atención y, por desgracia, al que tampoco concedemos la calidad que merece.

Y el sólo hecho de dedicarle presencia y consciencia nos ayuda a mejorar nuestros estados de ánimo, a combatir cuadros de estrés, ansiedad, a bajar las revoluciones de nuestra mente, a afrontar la infinidad de estímulos tanto físicos como mentales que nos bombardean a cada instante…

Mejorar la calidad de nuestra respiración implica una mejora del funcionamiento de nuestro organismo, con el aumento del bienestar que todo ello supone.

-¿Cuál es la mejor forma de empezar? ¿Qué se necesita para empezar a practicar yoga? ¿Algún consejo específico para principiantes?

-La mejor forma de empezar yoga es deseándolo. No podemos forzarnos a hacer algo que no nos apetezca ni tampoco que no nos atraiga. ¡Ni si quiera la actividad más sumamente beneficiosa! Si no existe un mínimo de interés o ganas, no seremos capaces de conectar con su potencial.

Por supuesto, como apasionada del yoga es una práctica que aconsejo de corazón a todos y a la que cualquier persona puede acceder, pero reconozco también que no todo el mundo tiene porqué necesariamente sentirse atraído ni interesado por ella.

-¿Qué le aconsejarías a aquellas personas que quieren comenzar a practicarlo, pero no encuentran el tiempo o no se terminan de decidir?

-Les aconsejaría que se sincerasen con ellos mismos. Creo firmemente que cuando de verdad deseamos algo, hacemos todo lo posible para que se convierta en realidad. Así que, si eso no tiene lugar, será porque no lo queremos tanto.

Seguramente planteando metas y objetivos accesibles nos resulta mucho más fácil llevarlas a cabo. Y cuando sentimos que cumplimos aquello que nos hemos planteado el feedback que obtenemos representa un refuerzo positivo y constructivo que nos motiva a seguir adelante, alejando sentimientos de frustración y decepción que nos conducirían a abandonar más fácilmente.

En estos casos, mi consejo es empezar con una sesión semanal, con un nivel inicial y que cada persona vaya observando cómo se siente con la práctica. Que se puede conceder un margen de tiempo razonable y entienda si es una actividad que le interesa o no, y que decida de consecuencia.

-¿La práctica de yoga es también el complemento perfecto para otras rutinas 'fitness' más enfocadas a trabajar la resistencia o la fuerza?

-Los beneficios que aporta la práctica de yoga representan una base excepcionalmente rica y completa sobre la que apoyar el resto de actividades, tanto físicas como psicológicas, que desarrollamos en nuestro día a día. Sus efectos positivos tienen alcance transversal por lo que, introducir el yoga en nuestras rutinas es una manera inteligente de invertir tanto en la sustentabilidad como en el aumento de la calidad de todas ellas. Gracias al yoga reducimos considerablemente el riesgo de lesiones y este es un dato, sin duda, a valorar también muy positivamente.

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