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Ser adolescente en pandemia, efectos en su salud mental y tantos momentos perdidos
AMORDESMADRE ·
Reflexiono sobre cómo vivimos esa edad otras generaciones y la realidad que han sufrido con la covid-19Secciones
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AMORDESMADRE ·
Reflexiono sobre cómo vivimos esa edad otras generaciones y la realidad que han sufrido con la covid-19Hoy me vais a permitir que me ponga nostálgica. Hubo un tiempo, no muy lejano, donde los saludos que no llevaban dos besos se veían extraños. Ahora, chocamos con el puño como si dos adolescentes se reencontrasen en el parque. Recuerdo esos años en que salías a bailar y cruzar para llegar al servicio era una odisea, esquivando cuerpos, manos y cabezas. Actualmente, ya, directamente, apenas bailamos.
Los adolescentes, ansiosos de vidas adultas, han tenido que retrasar planes por la pandemia. Pienso mucho en ellos, los grandes invisibles, junto a los niños. ¿Te imaginas esperar llegar a los 18 para poder celebrar tu mayoría de edad y que exista un toque de queda? O peor aún, que no puedas salir de casa y que el ocio nocturno, ese del que tanto has oído hablar y esperabas con ganas, desaparezca… ¿Te imaginas no poder quedar con tus amigas y amigos en esa edad tan difícil o no ver al chico/a que te gusta?
Se trata de edades complicadas que, ya en un mundo sin pandemias, cuesta comprender, educar y ayudar, pero que cuando la realidad se llena de restricciones, y no precisamente por los padres, se complica de manera desorbitada. Frustraciones, incomprensiones, angustia… ahí están los datos del impacto del covid en la salud mental de los jóvenes.
Ansiedad y depresión son los grandes enemigos que han llegado demasiado pronto para esta franja de edades desmotivadas para realizar actividades habituales. Estamos ante jóvenes pesimistas frente a su futuro, todo derivado del encierro y los cambios de rutina. Sin duda, se sienten solos y decepcionados.
Tienen miedo al contagio y tristeza por no ver a sus amigos. La juventud se ha enfrentado a la misma pandemia, pero lo han vivido con diferentes privilegios y muchos han tenido problemas para lidiar con sus emociones.
Desde aquí, hoy quiero mostrar todo mi reconocimiento a ellos, los jóvenes, por superar estos momentos confusos de manera ejemplar. Y a todos los padres que tengan hijos adolescentes, mi único consejo es que mantengan siempre la línea del diálogo abierta. Hablen y escuchen, ¡les necesitan!
Podéis leer más artículos y contenidos de Paula en su blog y seguir su día a día en redes sociales: Facebook e Instagram.
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