Cómo ayudar a los cántabros a invertir en su emprendimiento sin perder los nervios

La primera de todas y la más importante en cualquier momento es invertir en mentorías, consultorías o cualquier tipo de asesoramiento externo que te aporte uno de los ingredientes más importantes en tu crecimiento: la claridad.

Puede que ahora necesites una perspectiva objetiva que te permita ver tus puntos ciegos, o a lo mejor estás en un momento de integrar todo lo que has ido avanzando en los últimos meses y lo que necesitas es una visión de 360 grados, o puede que estés a punto de poner todas tus energías en un nuevo proyecto para el cual necesitas una ayuda profesional súper especializada.

Sea lo que sea, invierte en la solución que te permita tener súper claros tus próximos pasos y que te ayude a que tu emprendimiento sea más estratégico y más rentable.

Y si las vacaciones te han enseñado que «hay vida más allá de tu emprendimiento» y te has dado cuenta de que sueñas con tener más tiempo y con no vivir constantemente en «modo trabajo», es un momento genial para que te plantees qué tipo de ayuda vas a contratar.

Todos hemos pasado por esa fase de «tardo menos en hacerlo yo que en enseñárselo a alguien» o «al final me va a llevar más tiempo delegarlo porque lo tengo que revisar», pero este tipo de mentalidad tiene un impacto directo en tu emprendimiento: eres tu propio cuello de botella.

Si quieres que tu negocio crezca y vivir nuevos retos sin dejar tu salud y tu vida personal y familiar por el camino, tienes que hacer tu propio equipo. Estamos viviendo un momento genial para ello, porque es súper sencillo conectar con un profesional que te ayude en cuestiones concretas de tu emprendimiento, en las cuales seguramente va a tener más experiencia que tú, y además esa colaboración puede durar un tiempo concreto, lo cual te proporciona mucha flexibilidad.

Para ello, una vez hecho ese cambio de 'chip' tan necesario, es momento de sacar tu calculadora y tener claro cuál quieres que sea tu coste hora, y te lo voy a explicar con un ejemplo.

Supongamos que deseas facturar tus horas a 100€ (por ejemplo) y esas tareas realizadas por un profesional externo cuestan 20-30€ por hora. En este escenario, cada hora que tú asumes en plan «lo hago yo que no me cuesta nada» tiene un coste para tu emprendimiento porque estás dejando de facturar 70-80 €…. Estos números son aproximados, sustitúyelos por los tuyos y los de tu sector y toma decisiones en función de este promedio.

Y en último lugar, pero no por ello menos importante, invierte en cualquier tipo de apoyo o solución de networking que te permita conectar con otros profesionales, conocer otros sectores dentro del emprendimiento y «beber de otras fuentes».

Emprender es una súper aventura en la que en muchos momentos tienes que tomar decisiones incómodas que te hacen replantearte «quién soy, de dónde vengo y a dónde voy», y tener un grupo de confianza con otros profesionales que entiendan las renuncias, los días grises y las ideas locas que se te pasan por la cabeza no tiene precio… y si no encuentras ese lugar ahora mismo, créalo tú. ¡Recuerda eso de que eres la suma de las cinco personas con las que más te relacionas!

Podría añadir algún punto más, pero ya será en próximos artículos. Os espero con más contenidos en mi página web y en Instagram. ¡Ánimo!