Cuando llegaron los bikinis a Santander y fueron una revolución

Hasta la llegada del bikini, datada sobre el año 1946, tanto hombres como mujeres disfrutaban de los baños con ropa. Se usaban vestidos y por debajo pantalones largos, y sombreros para mantener su piel totalmente pálida, que en ese entonces era símbolo de estatus social. Mucho sabemos de esta época en Santander por los famosos 'Baños de Ola' y los trajes tradicionales de esos tiempos.

De hecho, los historiadores señalan la capital cántabra como localización donde surgió el dos piezas para el baño. Hecho que le valió hasta dar nombre a una playa. Según esta imagen del Centro de Documentación de la Imagen (CDIS), transcurría el verano del 1948 y la protagonista del momento fue una de las alumnas francesas que participaban en los cursos de la Menéndez Pelayo. España vivía en el Franquismo, pero hubo otras dos ciudades que ignoraron la prohibición del uso de los bikinis: Marbella y Benidorm.

Más allá de los datos, podemos hablar de las diferentes versiones, sorpresas, como la cara de las monjas en la foto y revoluciones que fueron surgiendo con el paso de los años en la moda femenina. De hecho, en esta sección de Cantabria DModa, muchos de los colaboradores expertos en tendencias podrían hablar largo y tendido.

La anécdota con la que me gustaría quedarme de toda esta historia es cómo en el año 1930 los escotes, junto a nuevos materiales, se fueron implementando en las prendas de baño y en lugares como en las playas de Estados Unidos las mujeres y hombres estuvieron muy controlados por la Policía. Exactamente por «exposición indecente» cuando lucían sus nuevos bañadores, cada vez más cortos, ejemplos datados como el de la actriz Annette Kellerman, detenida por tal motivo, «exposición indecente en público», aludieron, porque su traje de baño mostraba brazos, piernas y cuello.

Las diferentes patrullas policiales formadas por hombres y mujeres que iban de playa en playa tomando medidas de la distancia entre la rodilla y el final del propio traje, el límite 15,24 centímetros, ni un centímetro de más seguían las «leyes de modestia» de manera estricta, pero no sólo se tomaban medidas con las mujeres, también para los hombres sin camisa, automáticamente expulsados de las playas. La ciudad no quería «gorilas en sus playas», según comentarios de la época.

Pese a las normas y la presión, los trajes de baño siguieron encogiendo y los diseños fueron siendo cada más populares a lo largo de los años, tanto que en el 20 de enero de 1964, el editor de la revista 'Sports Illustrated' decidió publicar la primera portada con una modelo en bikini. Desde entonces, la cubierta con la modelo Babette March marcó el inició de la revista especial donde deportistas, modelos y celebridades se dan cita entre sus páginas para lucir en bañador.

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