Cuando los niños pierden miedo al miedo

Es difícil no rendirse a los pies de Halloween, realmente los 'peques' lo disfrutan en este carnaval de otoño donde el azúcar y miedo son la combinación perfecta para potenciar la adrenalina.

Hablar de miedo, pesadillas, fantasmas, brujas y monstruos, descubrir personajes que nunca antes les habías enseñado a tus hijos e inventarte infinidad de historias llenas de fantasías, hacer bromas o ver películas de miedo. Les flipa. Los subidones de los sustos, las arañas, las serpientes, la oscuridad, la sangre, todo eso a los que tenemos miedo o fobia desde siempre, pero que no sabemos por qué.

Los miedos universales que en muchas ocasiones son pura ciencia ficción. ¿Dónde has visto tu un zombie o asesinos con motosierra por la calle? Los gritos, echar a correr o esconderse, respuestas de los niños ante el miedo que suelen acarrear toques de humor.

Estos días, más con el calendario vacacional, nos permiten compartir ocasiones terroríficamente perfectas y disfrutar los días previos realizando manualidades, caracterizando calabazas o escogiendo el disfraz más auténtico.

Por suerte, también se nos permite a los adultos convertirnos en niños y evadirnos de las responsabilidades del día a día o los problemas que tanto pesan. A veces, escondernos detrás de una máscara y dejar flotar ese ser maligno por unas horas, ser alguien diferente a quien eres, alivia el estrés.

Soy de las que piensan que celebrar nunca está de más y para eso están las fiestas para pasar un buen rato. O mucho miedo.

¿Vosotros celebráis Halloween?

¡Cuidado con los sustos! Nos vemos en mi blog o por las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.

Hasta la próxima semana, ¿truco o trato?