Recordando los goles de Santillana

A Carlos Alonso González (Santillana del Mar, 1952) se le considera con razón uno de los mejores delanteros no sólo de la historia del fútbol español sino internacional. Sus cualidades para este deporte quedaron claras bien pronto. Los seguidores del Satélite de Barreda y el Racing de Santander lo comprobaron en la región. Y los del Real Madrid, desde el que se catapultó a la selección nacional, en la que ejercería como delantero en más de medio centenar de partidos.

Santillana fue un jugador excelente, de gran orientación en ataque y dominio del área. Ante él, los porteros rivales lo pasaban mal, muy mal. A la menor oportunidad les metía un gol o… un golazo. Representó la imagen del delantero centro de verdad; o sea, de los de toda la vida.

Aún sorprenden las fotos de prensa e imágenes de la tele que atestiguan cómo 'volaba' para rematar de cabeza los balones que le enviaban sus excelentes compañeros de época, entre ellos Juanito y el también cántabro Aguilar, que tantos centros de oro le ofreció. Sabían que el gol estaba asegurado. Y que si resultaba preciso que se impulsara un poco más para llegar al esférico, sería capaz de lograrlo (¿qué resorte le lanzaba como un cohete desde el césped?). Pero ojo: Carlos también marcaba goles con los pies. De hecho, sumó más que con la testa. Según sentenciara cierto aficionado veterano, «los metía de todas las maneras porque era un delantero centro de los que nace uno en el siglo».

El feliz recuerdo de Santillana nos traslada a décadas futbolísticas en las que se jugaban partidos en campos totalmente distintos a los actuales, que son alfombras. Ejemplo: en invierno, con charcos y embarrados. De «fútbol-fuerza», se decía. Y sin 'VAR' ni moderneces por el estilo. ¡Cuánto se echa de menos hoy a jugadores de su estilo y, sobre todo, goles de cabeza como los que firmó!

Recibe un abrazo desde la tierruca, admirado 'paisanuco'.