«El tamaño no importa cuando hablamos de cariño»

-¿Quién es Paka?

-Una yorkshire que adquirimos en un criadero de León en las Navidades de 2018.

-¿Por alguna razón en especial?

-Estuvimos cuidando unos días a la Yorkshire de una amiga, y, la verdad, a todos nos sorprendió lo cariñosa que era y lo fácil que resultaba cuidar de un perro tan pequeño en comparación con el que yo había tenido antes.

-Un Schnauzer, nada menos.

-Sí, mi queridísimo On, un espléndido macho de 40 kilos. Ese perro era un fenómeno. Y listo como el hambre.

-¿Qué le pasó?

-Cuando me fui a Canarias a estudiar la carrera de Arte Dramático se lo dejé a mis abuelos para que me lo cuidaran hasta que encontrara una casa, pero a los 15 días desapareció y ya nunca más se supo de él. La verdad, su desaparición me dejó tocado, pero quiero pensar que alguien lo encontró y le dio una buena vida.

-¿El tamaño importa?

-Sí y no. Sí si hablamos de las condiciones de vida cotidianas. Y no si hablamos de cariño. Sean grandes o sean pequeños, estos animales hacen tanto bien que yo siempre he creído que todo niño debería tener dos cosas: un perro y una madre que le deje tenerlo.

-¿Qué les aporta?

-Cariño. Muchísimo cariño. Nos tiene tan camelados a todos que en casa no me dejan ni reñirla si veo que está haciendo algo que no debe.

-¿Ya les ha perdonado que se la dejaran olvidada en una gasolinera?

-Calle, calle... ¡Menudo susto! Volvíamos de unas vacaciones, paramos en un área de servicio y al reanudar la marcha uno de mis hijos se dio cuenta de que no estaba, así que dimos rápido la media vuelta y allí mismo nos la encontramos, corriendo de un lado para otro muy asustada.

-Eso con el Schnauzer no les hubiera pasado.

-¡Ya le digo!

-¿Le quedó algún trauma?

-Pues mire, ahora, en cuanto abrimos las puertas del coche, Paka es la primera de la familia en subirse.

-¿Entre marzo y junio recurrió a la perra para airearse usted?

-Esto... ¡Guau!

-¿Cómo le ha influido el confinamiento?

-'Buf! Fue la reina de la casa. Y nuestra auténtica salvación, porque todos queríamos bajarla a cualquier hora para que hiciera sus necesidades.

-¿La están entrenando para lo que pueda venir?

-No para lo que pueda venir, pero sí para que corrija determinados comportamientos; para que se comporte delante de las personas, para que espere a la puerta de una tienda, para que no cruce la carretera sin la orden previa, para que no se deje coger por la gente, para que pueda andar al paso sin necesidad de llevar correa... Y, la verdad, los resultados durante este año de ejercicios han sido muy satisfactorios.