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Ainara Mejía (izquierda) y Mónica Sardina en la sede de la Fundación Acorde, en Nueva Montaña. roberto ruiz
Ainara Mejía y Mónica Sardina: «Hay una predisposición genética que nos puede convertir en adictos»

Ainara Mejía y Mónica Sardina: «Hay una predisposición genética que nos puede convertir en adictos»

Comprometidos ·

Las jóvenes son Técnicos de Integración de la Fundación Acorde, que atiende a personas que sufren un trastorno adictivo y un trastorno mental

Mariana Cores

Santander

Martes, 14 de diciembre 2021, 07:15

La Fundación Acorde surge en el año 2013 para atender en Cantabria a las personas que sufren un trastorno adictivo y que, además, padecen un trastorno mental. En 2019 ampliaron sus servicios y unieron una unidad de atención a personas con trastorno de la personalidad. Como explican Ainara Mejía (técnico de Integración Social en la unidad de Patología Dual) y Mónica Sardina (técnico de integración en la unidad de Trastornos de la Personalidad), uno de los mayores problemas de las personas con patología dual, que no son tratadas como tal, es su recaída una y otra vez.

-La Fundación Acorde surge de la necesidad de tratar la patología dual. ¿Qué es?

-En salud mental nos referimos a patología dual cuando en una misma persona se dan a la vez, y de manera sostenida en el tiempo, un trastorno mental y además una adicción. Pueden ser uno o más de los siguientes trastornos mentales: depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar, de la personalidad, TDAH, etc. A ello le sumamos adicciones, que puede ser a sustancias como alcohol, cocaína o porros o a comportamientos (móvil, juego, sexo, etc, aunque solemos fijarnos más en los trastornos adictivos. En muchas ocasiones, aunque quien los padece trata de buscar soluciones, los resultados no son los esperados. Una persona con patología dual suele recaer frecuentemente en la adicción. A grandes rasgos se dice que pueden mostrar altos niveles de impulsividad, violencia, agresividad, no respetan normas, el desorden es la tónica más frecuente, pueden tener ideas paranoides, comienzan a moverse por circuitos de marginalidad o a aislarse.

«Es difícil entender a una persona con patología dual porque tiene muchas recaídas»

-¿Por qué es tan importante tratar las dos patologías a la vez?

-Sabemos que ambas problemáticas (el trastorno mental y la adicción) se influyen mutuamente. En ocasiones el consumo de sustancias se produce para paliar los síntomas del trastorno mental y otras veces el inicio en el consumo de sustancias produce la sintomatología psiquiátrica. Es importante tener en cuenta la relación existente entre los dos problemas. La persona con patología dual no suele tener conciencia de la enfermedad y es difícil que realice un tratamiento. Si este no cubre ambos aspectos, es muy probable que las personas vayan acumulando fracasos. Otra cuestión es que es difícil entender a una persona con patología dual. Las recaídas en la adicción son muy frecuentes y es habitual que pensemos que lo hacen porque quieren o por poca fuerza de voluntad. El abordaje del problema tiene que ser específico y especializado, comprendiendo y entendiendo a la persona con patología dual.

-Hay mucha confusión sobre las adicciones.

-La adicción es una enfermedad que puede generar dependencia a sustancias o a actividades. Se puede ser adicto no solo a sustancias legales o ilegales, sino también a determinado tipo de relaciones sociales o de pareja (dependencia emocional), al móvil, a las redes sociales, al sexo... Hay una predisposición genética en algunos de nosotros que nos puede convertir en adictos. En Fundación Acorde creemos en la recuperación de todas las personas, por lo que hemos creado dos unidades de tratamiento específicas y especializadas, una en patología dual y la otra en trastornos de la personalidad. También realizamos actividades de sensibilización social, acompañamos a las familias y gestionamos dos recursos residenciales. Estamos comprometidos con la mejora de la calidad de vida y el restablecimiento de la autonomía de las personas con trastornos de salud mental en Cantabria.

-Tener una ocupación es algo esencial para la población en general, pero aún más en las personas con patología dual. ¿Cómo les ayudan?

-Es importante, dentro del caos en el que se puede convertir la vida de una persona con patología dual, crear y mantener ciertas rutinas. El trabajo en sí no es un factor de protección si la persona afectada no ha realizado primero un proceso terapéutico en el cual se la dota de herramientas de afrontamiento. Tendemos a pensar que el trabajo es la solución, cuando en muchos casos resulta difícil mantenerlo porque implica relacionarse con otras personas y hay dificultades en ello, o implica asumir responsabilidades. Para levantarnos todos los días y acudir a trabajar necesitamos cierto grado de motivación y es algo que suele estar dañado en las personas con patología dual. También nos encontramos con que suelen ser personas muy impulsivas y que no toleran la frustración, por lo que es recomendable, siempre según cada caso, haber realizado un tratamiento de carácter psicosocial.

-Para que muchas de estas personas puedan encontrar un trabajo, necesitan una oportunidad. El estigma pesa mucho. ¿Están las empresas cántabras sensibilizadas en este sentido?

-El trabajo de comunicación y sensibilización con la sociedad en general que tenemos por delante es importante. Es un compromiso para entidades como Fundación Acorde, que asumimos con gusto.

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