Las clases de uva que dan origen a los vinos de Cantabria

Está claro que los vinos, sean de donde sean, tengan la denominación que tengan, posee su propia identidad, su particular ADN, su libro de familia, su DNI en vigor. Y el consumidor, cada vez más, quiere conocer los detalles de su elaboración, sus secretos más ocultos si es menester; el tiempo que pasa en los depósitos de acero inoxidable, en barrica de roble americano, francés o de Jerez de la Frontera; el periodo de reposo en botella; la calidad de su añada y, a veces, hasta las obras y milagros de su autor, ese que planta, selecciona, elabora, embotella y distribuye . El amante de los vinos quiere resolver todas estas dudas, más que por cautela, por simple curiosidad. Nos gusta descubrir todo aquello relacionado con lo que comemos, y también, por qué no, de lo que bebemos.

Importante, y como un primer punto de partida, debemos saber qué tipos de uva son los que se utilizan para fabricar nuestros blancos y tintos. Esos que dan identidad y, cada vez más, prestigio a los vinos etiquetados en Cantabria.

Vamos por partes: Vinos de la Costa de Cantabria (IGP) se elaboran, según los datos del Gobierno regional, entre la costa y los valles interiores de influencia atlántica hasta la cota de 600 metros, con excepción de los municipios que comprenden el área geográfica del Vino de la Tierra de Liébana. Siempre al amparo de esa afluencia climática de la que vienen aprovechándose, desde hace siglos, las plantaciones de tomates, lechugas, caricos y pimientos de Isla, Noja, Ajo, Argoños, Meruelo, Arnuero, Ribamontán al Mar...

Pero, volviendo a los vinos, hay que hablar de una de las variedades de uva más comunes en las plantaciones de Cantabria. Se trata de la Albariño, autóctona de Galicia de pequeño tamaño, muy concentrada en el racimo y de pronta maduración. Es la primera que se vendimia en aquellas bodegas donde conviven distintas clase de estos frutos, dorados, brillantes. A los vinos blancos, le aportan aroma, color y una acidez suave. En boca, se aprecian sabores a fruta fresca, tan perseguida por los viticultores.

La Godello forma parte también de esa familia de uvas destinada a convertirse en vino de Cantabria, generalmente acompañada de otras variedades. Esta es, también, de origen gallego. De tamaño mediado y de un color característico tirando a verdoso, también ofrece matices frutales. Los vinos elaborados con esta variedad alcanzan una graduación que oscila entre los 11,5 y 12,5 º, son perfumados y duraderos en el tiempo. Evolucionan lentamente y tienen gran cuerpo. Sus aromas recuerdan a manzana con toques frutales y minerales.

Riesling, es una variedad muy habitual en los viñedos de las bodegas de nuestra región. De nombre sonoro, extranjero, pero pegadizo, de los que es difícil olvidarse... Riesling. Esta viene de Centroeuropa, es de tamaño pequeño y compacto. Muy abundante en Alemania y Francia.

Originaria también del País Vasco es la conocida como Ondarrabi Zuri. Es una uva que madura en racimos pequeños. De color amarillo ámbar, produce vinos ligeros, con carbónico y aromas a cítricos, vegetales, flores...

La Chardonnay es una uva que se encuentra por todo el planeta, aunque su procedencia es la Borgoña francesa. Es de pequeño tamaño, de compacidad media a elevada y pedúnculo muy corto, de forma característica. Sus bayas son también pequeñas, normalmente muy uniformes y su color amarillento-verdoso. Presenta un hollejo grueso y pulpa sin pigmentación, blanda, muy jugosa y con peculiar aroma afrutado.

La Gewürztraminer, que procede del sur de Italia, es una uva de vino muy aromática y que crece mejor en los climas fríos. Se trata de una variedad con piel rosada o rojiza, con unos niveles de azúcares naturales altos que conciben vinos normalmente semisecos.

Finalmente, para formar parte de los Vinos de la Costa de Cantabria con IGP, está la uva Treixadura. El racimo tiene un tamaño medio o grande y las uvas se encuentras compactas en él. Las uvas, de dimensiones uniformes en todo el racimo, son de tamaño pequeño y medio, con una piel gruesa. De forma elíptica corta, poseen un color entre el verde y el amarillo. De ellas salen vinos aromáticos, con aromas frutales y florales.

En Liébana, en una extensa zona que comprenden los ayuntamientos de Pesaguero, Portes, Camaleño, Cabezón de Liébana y Cillorigo de Liébana, se producen los vinos tintos acogidos a la Indicación Geográfica de Cantabria que otorga el Gobierno cántabro a través de la Odeca. Fuern ellos los primeros en conocerse y también en salir al exterior. El clima húmedo y frío de esta comarca no es precisamente el más adecuado para la plantación de viñedos, aunque sin embargo los viticultores lebaniegos han logrado dar con la tecla para elaborar unos mostos de gran calidad, competitivos con cualquiera de las demás regiones españolas con tradición en este campo. En Liébana se crían vinos suaves al paladar, fresco, perfumados y golosos, para los que se precisan unas clases determinadas de uvas.

Para poder formar parte de la IGP Vinos de la Tierra de Liébana hay que utilizar uvas como la Mencía. Una fruta extendida por una gran parte del país, con bayas de tamaño mediano, azuladas, de piel fuerte, con mucha azúcar y una acidez mínima. Los vinos procedentes de esta uva presentan un color frambuesa, aromas frutales, suaves y aterciopelados. Muy recomendables para carnes y quesos. Caza, embutidos, pescados de río...

Otra uva muy típica del país -se encuentra del norte al sur- es la llamada Tempranillo. Una uva tinta con una piel gruesa que crece mejor en altitudes relativamente altas, pero puede también tolerar climas mucho más templados. Es la uva principal de los vinos de Rioja. De color rojo rubí presenta aromas frutales y elegantes.

La Garnacha Tinta proviene de tierras aragonesas. Sus bayas son de tamaño pequeño, ovalado y de color morado. Esta uva aporta, principalmente, un elevado grado de alcohol y cuerpo a los vinos.

Procedente de La Rioja y Navarra se planta en Liébana la uva Graciano, de un azul intenso que se cría en racimos de tamaño medio. Esta variedad aporta acidez a los vinos y un alto contenido alcohólico. El color del grano es muy oscuro. Su pulpa es dura e incolora. Esta variedad es potencialmente resistente, es decir, aguanta bien frente a las posibles enfermedades que la puedan atacar. Suele mezclarse con Tempranillo.

Syrah es uva de carácter universal. De tamaño pequeño, azulada y de piel rugosa. Los vinos que produce esta variedad que se cultiva en Cataluña, Extremadura, Comunidad Valenciana, Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Madrid, Navarra y Murcia, tienen color rojo rubí, con aromas de bayas, ciruelo, tabaco, vainilla, cuero y hierba.

La uva más elegante, más ponderada en todo el mundo, la que produce vinos carismáticos, es la Cabernet Sauvignon. Su origen está en Burdeos y la clave de su éxito es que se trata de una variedad de fácil cultivo. Por ello, se adapta a una gran variedad de suelos, climas y latitudes. Produce vinos de coloración muy intensa, muy ricos en tanino, de gran cuerpo. El tinto con Cabernet Sauvignon es de un tono rojo intenso y presenta aromas frutales, florales y herbales que se vuelven más complejos con la crianza.

En cuanto a las uvas blancas que se pueden plantar en Liébana para formar parte de la IGP están Palomino (procedente de Jerez), Godello, Chardonnay y Gewürtztraminer.