Los dulces y postres dulces, al margen de su exquisitez y originalidad gastronómica, son alimentos que hay que consumir (y disfrutar) con mucha moderación. Los postres constituyen una buena representación de la gastronomía cántabra. Cada zona posee su propia especialidad: las pantortillas, las corbatas, los ... corazones son una buena muestra de ello. Además están los dulces que se pueden degustar en toda la región como las natillas, la leche frita, las quesadas o los sobaos. Quizá los postres más conocidos de Cantabria sean los sobaos y las quesadas. Los ingredientes básicos de estas elaboraciones son los huevos, la mantequilla, la harina, el azúcar y el rallado de limón, al que hay que añadir queso en el caso de las quesadas. Son postres contundentes y de exquisito sabor a causa, sobre todo, de la calidad de los ingredientes utilizados.
Pantortillas, corbatas, corazones, natillas, leche frita, quesadas y los sobaos son algunos de los postres que podemos consumir en la región y debemos tener en cuenta la cantidad de azúcar que llevan
Hoy día, en las condiciones de vida y de alimentación que seguimos en las sociedades desarrolladas, no se puede abusar de estas delicias. Pero eso no quiere decir que no sea saludable el realizar un consumo moderado y diario de estos dulces. Aportan huevos que es uno de esos alimentos reivindicados y que deberíamos consumir a diario; y tantos beneficios da el huevo consumido frito, como dentro de un sobao.
También llevan harina que complementa las proteínas del huevo. Ahí deberán abstenerse aquellas personas aquejadas de intolerancia al gluten, como la celiaquía.
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La mantequilla proporciona muchas calorías ya que es grasa de la leche, que en su mayor parte es saturada.
De todos los ingredientes, sin lugar a dudas, con el que más cuidado hay que tener es con el azúcar. Está bien demostrado que uno de los alimentos que más afecta a la salud de los que habitamos en sociedades opulentas y sedentarias es el azúcar y esto se debe a que hoy día muchas personas consumen alimentos azucarados (dulces y bebidas) varias veces al día y todos los días. A estos excesos se le atribuyen responsabilidad en problemas de salud como la obesidad, la diabetes, la enfermedad cardiovascular o algunos tipos el cáncer.
La recomendación saludable para el consumo de azúcar es que no deberíamos superar un consumo diario de dulces equivalente a cien gramos (unas diez cucharas de postre) de azúcar. Aunque lo mejor sería quedarnos en la mitad. Recuerden que un sobao de cien gramos contienen unos cincuenta gramos de azúcar. Esto nos permite una dosificación de los dulces que podemos comer al día, teniendo en cuenta que hemos de contabilizar también todo el azúcar que consumimos en otras formas, como al endulzar el café (cada bolsita son unos diez gramos).
En los postres comercializados esto es relativamente fácil de calcular ya que en la etiqueta nutricional del envoltorio aparece la cantidad de azúcar que contiene por cada porción. En caso de dulces artesanales, deberíamos preguntar por la cantidad de azúcar que utilizan en la receta y así nos daríamos una idea del contenido en azúcar de la porción que consumimos. Hagamos un consumo responsable y disfrutemos con ello.
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