El restaurante Cañadío de Santander cumple 40 años de satisfacciones

Bajo la dirección de Teresa Monteoliva, también sumiller, Cañadío Santander es un buque que mantiene la velocidad de crucero y que es una garantía para tener una experiencia gastronómica. Excelente ubicación, agradables y modernas instalaciones, alta calidad de servicio y, lo que es quizá definitivo, una propuesta gastronómica apta para todos los paladares y siempre con platos sorprendentes por su sencillez, sabor, texturas y alta consideración de los ingredientes. Detrás hay un equipo de cocina que capitanea Pedro J. Román, con 15 años de experiencia en la casa, con la discreción como bandera y con el objetivo de la regularidad en el horizonte.

Más de una veintena de tortillas y tartas de queso se elaboran a diario en la cocina de Cañadío, porque los recientes premios recibidos han provocado que sea raro el cliente que no quiera probar estos dos iconos de la casa que solo se pueden calificar como sobresalientes.

La degustación en este caso comienza con un aperitivo, una crema de calabaza con mandarina, una mousse de mejillones escabechados en casa y patatas fritas. Prosigue con la anchoa sobre una tosta con mantequilla de pimientos y con un delicioso corte de queso cremoso y trufa con vinagreta de aceite y miel.

La capacidad del paladar para recibir nuevas sensaciones se pone a prueba con la citada tortilla de patata, las cremosas croquetas de lacón y huevo cocido o con el cachón en su tinta con arroz cremoso tipo risotto.

Para otra ocasión deben quedar platos emblemáticos de la casa como el puding de cabracho, la ensaladilla rusa, la ensalada de bacalao templada, las rabas de calamar, el pastel de puerros y gambas o los buñuelos de bacalao.

Entre las sugerencias del día están unas manitas deshuesadas con carabinero, un tierra-mar para recordar.

En pescados, este año es novedad el rape al horno con salsas de aceitunas y salteado de gambas y calabacín, y se mantiene el pescado del día, el lomo de bacalao con su pil-pil y sus callos, la lubina de anzuelo a la media sal o las clásicas cuatro interpretaciones de la merluza, icono de la casa. Y en carnes, cualquier opción es interesante, pero por subrayas dos, el steak tartar y los callos.

Resulta injusto –aunque comprensible– para el resto de los postres que la mayoría de los clientes se decanten por la tarta de queso, ya que hay otras opciones igualmente excelentes. Es el caso de la torrija de brioche, el arroz con leche, el coulant de chocolate puro con aceite, el helado de queso de Liébana o una crema de mango con crujiente de jengibre. En definitiva, Cañadío es una apuesta segura para comer bien.

Dirección: C/ Gómez Oreña 15. Plaza de Cañadío, Santander.

Teléfono: 942 31 41 49.

Dirección: Teresa Monteoliva.

Inaugurado: 1981.

Jefe de cocina: Pedro J. Román.

Sala: Silvia Odriozola, Sol Santos, Juan Pila y Gema Montes.

Estilo de cocina: Tradicional, de mercado y producto de temporada.

Precio medio de la carta: 50 €.

Capacidad: 70 comensales.

Terraza: Sí.

Horario: De lunes a sábado, de 12 a fin del servicio de cenas.

Cierra: Domingo.

Bodega: Más de 250 referencias.

Café: Dromedario.

Wifi: Sí.

Aparcamiento: Zona de OLA y subterráneo de la plaza de Pombo.

Distinciones: Dos soles en la Guía Repsol. Mejor tortilla de patata de España año, 2021. Mejor tarta de queso de España con queso de Burgos, año 2021. Premio especial de la Academia Cántabra de Gastronomía, año 2021.