El siete de febrero de este mismo año se anunció la llegada de Ainoa Quiñones (Madrid, 1982) a la Delegación del Gobierno en Cantabria, en sustitución de Eduardo Echevarría. Por aquel entonces nadie podría avanzar que esta doctora en Economía, profesora de la Universidad de ... Cantabria y hasta aquel momento mano derecha de Pedro Casares en el Ayuntamiento de Santander, se enfrentaría, sin apenas tiempo para adaptarse al cargo, a la mayor crisis que quizá vivan sus futuros sucesores en mucho tiempo.
-Apenas pudo estrenar el despacho y llegó la pandemia.
-Ha sido todo un reto porque estás haciéndote a lo que supone el trabajo en la Delegación y de pronto nos hemos visto envueltos en un estado de alarma. Han sido semanas muy duras en las que hemos trabajado muchísimo. Profesionalmente creo que hay que agradecerle la labor a todos los trabajadores que han hecho lo posible; y en lo personal creo que ha sido una lección de la que todos hemos aprendido mucho. Es aún muy duro pensar en los fallecimientos pero alegra saber que somos capaces de unirnos y salir de esta.
-La 'desescalada' se antoja complicada. ¿El Gobierno central se está moviendo a golpe de improvisación?
-Se está haciendo un trabajo incansable y se han podido cometer errores pero en todo momento se ha velado por la salud de los españoles. Nadie tiene un manual de instrucciones para afrontar esta crisis y entiendo que se están lanzando constantemente normativas que lo que hacen es alterar la vida cotidiana de millones de personas, pero siempre tuvieron como único fin la salud. Además, este Ejecutivo busca no dejar a nadie atrás.
-¿Se refiere a las ayudas?
-En Cantabria se han puesto sobre la mesa 65 millones de euros. Ha habido 8.000 ERTE a 40.000 trabajadores de los que se han cobrado prácticamente el 100%; y 15.000 autónomos han visto una indemnización por el cese de la actividad. Esto es una muestra de que el Gobierno legisla esta 'desescalada' también en el sentido de no dejar a nadie rezagado.
-Pero según el presidente Miguel Ángel Revilla, sí que va a primar a unas comunidades sobre otras en el reparto del fondo no reembolsable de los 16.000 millones para cubrir el impacto del Covid-19.
«El fondo de 16.000 millones primará a las comunidades más castigadas por el coronavirus»
-Esos millones no tienen nada que ver con la financiación autonómica y por tanto no tienen por qué regirse por los criterios con los que se reparte esta. La ministra María Jesús Montero ya avanzó que se repartirían en función de cómo haya afectado la pandemia. Desde el principio hemos sabido que había territorios que se encontraban peor que nosotros, como el País Vasco. La suerte que tenemos en esta región es que contamos con unos servicios hospitalarios muy buenos y eso es gracias a la inversión progresiva que se ha hecho en la sanidad cántabra.
-En las calles se observa de cuando en cuando gente que incumple la normativa. ¿Sigue la Policía tan activa como al principio de la crisis?
-Lo primero que hay que entender de todo esto es que hay mucha normativa y la gente no tiene el Boletín Oficial del Estado (BOE) como libro de cabecera. Por eso es importante que la Policía actúe con contundencia, pero aparte de las denuncias también tenga una importante labor pedagógica, y es lo que está haciendo.
-Además de las consecuencias de la pandemia, hay otros asuntos pendientes, como Vuelta Ostrera, los espigones de La Magdalena o la captación de agua del embalse del Ebro.
-Todos estos asuntos se estaban llevando tal y como estaba previsto en los acuerdos con el Gobierno de España, pero son todos plazos que se han paralizado con la llegada del estado de alarma; aunque eso no quiere decir que se detengan las inversiones. Por ejemplo, las obras del ramal que une Sierrapando con Barreda se han detenido tan sólo dos semanas y están ya muy avanzadas. Es, a día de hoy, una de las inversiones más fuertes del Gobierno en Cantabria.
«Hemos cometido errores pero es que no creo que nadie tuviera un manual para no equivocarse»
-¿Y sobre la nueva ubicación de la depuradora?
-Habrá que retomar las inversiones cuando finalice el estado de alarma. Y sobre el permiso para la captación de agua del pantano todos los proyectos están pendientes y siguen su curso, pero no ha habido nunca ningún problema de falta de agua en Cantabria y no lo habrá tampoco este año.
-Sobre los espigones de La Magdalena se ha manifestado otras veces.
-Desde el tiempo en que era concejala del Ayuntamiento de Santander he peleado porque se quiten y me consta que el Ministerio ya trabaja en ello. Recuperaremos esas conversaciones cuando todo esto termine.
-La alcaldesa, Gema Igual, se queja de que el Ministerio no se ha pronunciado aún acerca de los rellenos de las playas, y que no ha establecido aún un plan claro de 'desescalada' para los arenales.
-El tema de los rellenos y las playas están en el punto de mira pero en todo caso la gestión de estos espacios siempre le ha correspondido a los ayuntamientos. La alcaldesa siempre acostumbra a mirar hacia otro lado cuando es ella la que tiene que tomar decisiones. En otros consistorios de España ya están tomando medidas de 'desescalada' con independencia de lo que vaya a decir el Ministerio.
Primeras semanas confinada
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