La autopista Aguilar-Burgos licita un nuevo tramo pero retrasa su ejecución

Vayamos con la parte positiva. El Ministerio de Transportes sacó a concurso el enlace entre Quintanaortuño y Montorio el pasado día 2 de enero. Una publicación en el Boletín Oficial del Estado que sí cumple con los plazos que había adelantado en sus últimas visitas a Cantabria la ministra del ramo, Raquel Sánchez. El enlace, de una longitud de 11,5 kilómetros, costará 126 millones de euros, cinco más de los programados debido a la inflación, situación que ya corrigió el Ministerio a través de una addenda al proyecto a finales del pasado año.

El tramo es la continuación de los dos que ya están abiertos hasta Burgos, desde Quintanilla Vivar hasta la capital, unos diez kilómetros de recorrido aproximadamente.

La intención del departamento de Raquel Sánchez es que la obra esté en marcha este mismo verano si el Ministerio es capaz de cumplir con unos plazos que apuntan a la resolución del concurso antes de agosto, para firmar después el contrato con la empresa que resulte adjudicataria e iniciar los primeros movimientos de tierra en el mes de septiembre. Las empresas interesadas en quedarse con la actuación tienen de plazo hasta el 24 de febrero para la presentación de las ofertas.

El nuevo tramo discurrirá separándose de la carretera N-627 hacia el noroeste, alejándose del núcleo urbano de Ubierna (Burgos), si bien dispondrá de una conexión provisional con esta carretera nacional al final del tramo. El trazado incluye un viaducto sobre el río Ubierna, tres pasos superiores, ocho pasos inferiores y un ecoducto sobre la traza de la autovía, así como varios caminos paralelos a la traza para el acceso a las fincas colindantes y el mantenimiento de la permeabilidad transversal.

Y ahora, la parte mala. El Ministerio, que tenía previsto finalizar este tramo en 24 meses, prolonga el plazo de ejecución un año más, hasta los 36 meses. El dato no tendría mayor importancia –pocas son las obras públicas que cumplen los plazos iniciales– si no fuera porque la historia de la A-73 es un relato de proyectos anulados, paralizaciones y retrasos, pese a las reclamaciones de mayor celeridad desde las comunidades autónomas beneficiadas con la infraestructura.

Al pasar la obra de dos a tres años de ejecución, el gasto presupuestario del Ministerio también ha sufrido cambios. Este año se invertirán 4,5 millones, que subirán hasta los 37,5 en 2024. Para completar su financiación habrá que esperar hasta 2026 con otros 85 millones de euros.