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Ana del Castillo y Ana Rosa García
Santander
Viernes, 27 de noviembre 2020, 12:30
rOtros cuatro muertos por covid en apenas 24 horas empañan, un día más, la favorable evolución del nivel de contagios, que además se acompaña también de un descenso en la cifra de pacientes hospitalizados, tanto en planta como en la Unidad de Cuidados Intensivos, según el informe reportado por la Consejería de Sanidad, con los datos relativos a la jornada previa. Los 99 positivos detectados el jueves confirman una lenta pero progresiva reducción de la transmisión del virus por cuarto día consecutivo –los balances anteriores apuntaron 133, 128 y 119 contagios–, continuando la evolución que se empezó a apreciar hace dos semanas. En este tiempo, la tasa de incidencia acumulada se ha rebajado de 500 a 400 casos por 100.000 habitantes, y su efecto se ha ido viendo poco a poco en el resto de indicadores que miden el grado de control de la pandemia y, por ende, el riesgo de colapso sanitario. Así por ejemplo la tasa de positividad en pruebas PCR –se realizan una media de 13.000 a la semana– baja hasta 9,6%. No obstante, pese a esa leve mejoría, Cantabria se mantiene en alerta máxima (nivel 4).
El Gobierno, de hecho, ha decretado no solo la prórroga del confinamiento de los municipios y de la comunidad autónoma, sino también del toque de queda y de todas las medidas sanitarias aplicadas el 13 de noviembre, entre las que se encuentra el cierre de los establecimientos públicos a las 21.30 horas y la reducción de aforos en actividades culturales y sociales. «La situación es muy grave», reiteró esta semana la directora de Salud Pública, Paloma Navas, que aunque admitió que la curva de contagios se empieza a doblegar, lo está haciendo más despacio de lo que hace falta para poder levantar las restricciones, lo cual quiere decir –apostilló– que aún hay «un excesivo contacto social» entre la población y que «en cualquier momento puede volver a repuntar».
El último recuento cifra en 4.173 las personas que están pasando la enfermedad, de las cuales 4.008 permanecen de cuarentena domiciliaria con cuadros leves o asintomáticos. Pero las complicaciones de la infección respiratoria mantienen a 165 pacientes hospitalizados (18 menos respecto al balance del miércoles), entre ellos 28 en la UCI de Valdecilla, la cifra más baja de las últimas tres semanas. Con ello, la tasa de ocupación de camas de Cuidados Intensivos por enfermos covid baja hasta el 25,7%, aliviando la presión, que fue mayor que nunca a comienzos de esta misma semana –llegó a haber hasta 40 pacientes críticos–.
Aunque la propagación del coronavirus empieza a frenarse de forma tímida, sigue sumando víctimas mortales. Apenas 24 horas después de alcanzarse la cifra de los 300 fallecimientos en Cantabria desde el inicio de la pandemia, se añadieron cuatro más: dos mujeres de 62 y 78 años y dos varones de 52 y 73, residentes de Camargo, Reinosa, Vega de Pas y Cabuérniga. De esta forma, ascienden a 93 las muertes atribuidas a esta segunda ola.
En el análisis por municipios se aprecia que en Santander, que es el que tira de la curva regional, por su volumen de población –concentra una cuarta parte (1.169) del total de casos activos–, los contagios se han reducido de forma significativa: 24 positivos se detectaron el jueves. En general, el descenso de la incidencia tiene su reflejo en casi todos los municipios, aunque hay excepciones, como Laredo, Los Corrales, Cartes, Reinosa o Cabezón, donde Salud Pública ha pedido extremar las precauciones y evitar el contacto social, o en los núcleos donde se localizan brotes en residencias de mayores, como es el caso de Potes o Rionansa. En el ámbito de la dependencia constan, según el Icass, 138 casos activos, de ellos 34 hospitalizados y 56 en el centro covid de Suances, mientras que Sanidad da cuenta de 70 bajas por coronavirus entre los profesionales del Servicio Cántabro de Salud.
Los alumnos y personal docente y no docente del IES Ocho de Marzo de Castro Urdiales volverán a las aulas el próximo 1 de diciembre, tras finalizar la cuarentena por la alta incidencia de casos de Covid que obligó al cierre total del centro el pasado 17 de noviembre.
La medida afecta a 650 alumnos, 72 docentes y 6 trabajadores del centro, que se reincorporarán a las aulas el próximo martes, dado que el lunes 30 de noviembre es festivo local en Castro Urdiales.
Por lo demás, según los datos facilitados este viernes por la Consejería de Educación, un total de 329 alumnos de centros educativos de Cantabria se encuentran en cuarentena, de los que 224 pertenecen a la etapa de Infantil y Primaria y los 105 restantes a ESO, Bachillerato o Secundaria.
Este viernes se ha cerrado un aula del colegio María Auxiliadora de Santander y se han establecido cuarentenas para tres alumnos del centro Torreanaz de Medio Cudeyo y para 10 del IES Santa Clara de Santander.
De esta manera, la incidencia en esta etapa educativa ha bajado al 0,41 por ciento, con 11 aulas cerradas de las 2.654 existentes, según los datos facilitados por la Consejería de Educación.
En Secundaria, quedan tres aulas confinadas y han terminado las cuarentenas, además de en el IES Ocho de Marzo, en un aula completa del centro Sagrada Familia, en Camargo, y El Salvador, en Barreda (Torrelavega).
También han finalizado las que afectaban a seis alumnos de la ETP Hernán Cortés; a cuatro del IES Augusto González Linares, a ocho del María Auxiliadora; a dos docentes y un alumno del Calasanz; y a un alumno del IES Cantabria, todos ellos en Santander.
Igualmente han terminado para seis alumnos del Torrevelo-Peñalabra (Mogro, Miengo); dos del IES José Hierro (San Vicente de La Barquera); otros dos del IES Valle de Piélagos; seis alumnos y dos docentes del IES Zapatón (Torrelavega); seis alumnos del IES El Astillero y otros seis del IES La Granja (Medio Cudeyo).
La pandemia
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