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En los 15 días que ha durado su candidatura a la presidencia de Cantabria, Ruth Beitia ha dicho poco, pero ha dado mucho que hablar. Aunque este diario destapó un día antes que la medallista olímpica era la favorita de la dirección nacional del PP ... para encabezar su lista en Cantabria, su nombramiento oficioso ocurrió el 7 de enero. Beitia renunció entonces a hacer declaraciones hasta que la decisión fuera oficial. Al día siguiente, el PP cántabro celebraba una tensa ejecutiva regional en la que María José Sáenz de Buruaga anunció que seguiría al frente del PP en la región. Era un momento clave para la unidad del partido, pero Beitia se ausentó por motivos personales.
Pasaron tres días hasta que la candidata rompió su silencio. El 10 de enero, el presidente del PP, Pablo Casado, visitaba Santander para presentar a la saltadora de altura como candidata autonómica y a Gema Igual como aspirante al Ayuntamiento de Santander. La carrera política de Beitia no se había caracterizado hasta entonces por su retórica, y su papel en el Parlamento de Cantabria apenas había pasado de leer los puntos del orden del día en los plenos de la anterior legislatura. Así que el 10 de enero, en su puesta de largo, se mostró tan nerviosa que llegó a pelearse con el sobre que contenía las tarjetas con su discurso.
La candidata, sin salirse ni un milímetro del guión, se comprometió a aportar su «experiencia en afrontar retos», destacó su «compromiso absoluto» con el partido y su «tranquilidad al sentir el apoyo de todos» de cara a su candidatura. Un proyecto electoral que apenas ha durado dos semanas.
Al día siguiente, viernes 11 de enero, la deportista y candidata comenzaba el clásico periplo por los medios de comunicación para hablar de su proyecto político y buscar votos. En su primera entrevista, una charla amistosa con Carlos Alsina en Onda Cero, Beitia se lió con las especies y los géneros y se metió en un jardín del que no supo salir. Al ser preguntada por la Ley de Violencia de Género, un tema tan candente que sin duda podía haber preparado con antelación, la candidata popular respondió así: «Evidentemente, creo que tenemos que valorar que la mujer en algunos momentos es más vulnerable ante el hombre, pero sí que es verdad que hay que hacer una revisión, sin más y sin hacer grandes notoriedades a la hora de cambiar esa ley. Se debe tratar por un igual a un animal, si es maltratado, que a una mujer o a un hombre porque todos al final somos seres humanos y hay que valorar cada caso de forma individual».
Lo que sin duda era uno de sus puntos fuertes, la presencia y el reconocimiento nacional, se volvió en su contra, ya que sus palabras rebotaron por todos los medios y cadenas nacionales hasta llegar al último rincón del país. Fue la última entrevista que concedió y el último día que utilizó su perfil de Twitter, en este caso para tratar de explicar sus palabras en la radio: «No he querido equiparar el maltrato animal con la violencia de género, primero porque no lo pienso y desde luego porque es absurdo. Me he expresado mal y se ha entendido algo diferente a lo que quería decir», empezó diciendo. «¿Alguien en su sano juicio puede pensar que pongo en el mismo plano el maltrato animal y el maltrato a las mujeres?».
Sus disculpas en Twitter acumulaban cientos de comentarios y terminaban así: «Espero haber aclarado este malentendido y lamento profundamente que los nervios del directo me hayan jugado una mala pasada. Espero que todos nos centremos ahora en lo importante, que es defender los derechos de las mujeres, y no en anécdotas como la de esta mañana». Pero todo cambió ese día.
Aunque fue ayer, 22 de enero, cuando Beitia renunció a la candidatura y a todos sus vínculos con el PP, en realidad su campaña terminó el 11 de enero, cuando fue el blanco de las críticas de la opinión pública. Desde ese día, y tras su primera y única entrevista, la deportista más laureada del atletismo español se alejó de los micrófonos y de las redes sociales. También rehuyó las reuniones internas y el 14 de enero anuló un encuentro con Buruaga. Al día siguiente, el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, hizo un viaje relámpago a Santander para tratar de tranquilizar a la medallista olímpica, que había llamado a Génova para expresar sus dudas e inseguridades.
«La situación en Cantabria requiere un mimo especial», reconoció Maroto a este periódico tras una ajetreada mañana en la que se reunió por separado con Beitia, Gema Igual y María José Sáenz de Buruaga en un margen de apenas tres horas.
Tres días después, el 18 de enero, en la Convención nacional del PP, Ruth Beitia intervenía dos minutos y 28 segundos para hablar exclusivamente de deporte. En cuanto terminó su pequeño discurso abandonó el encuentro, una cita crucial para definir la orientación ideológica del PP frente al empuje de Ciudadanos y VOX. ¿Qué tenía que hacer la candidata para perderse semejante momento? Beitia no ha dado explicaciones, pero al día siguiente, 19 de enero, se dejó ver en un cumpleaños celebrado en un bar de copas de Santander.
Ayer, como todos los martes, tocaba reunión del Grupo Parlamentario Popular para planificar la actividad y los próximos plenos, pero Beitia no se presentó. «Es algo habitual que falte algún diputado en estas reuniones de los martes por sus compromisos», explicaban fuentes del PP a este periódico. En la cita de ayer estaba previsto, según comentaban desde el propio seno de la formación, que María José Sáenz de Buruaga transmitiera a Beitia su deseo de que asumiera mayor protagonismo en la actividad parlamentaria en la recta final de la legislatura. Que se dejara ver más y que encabezara la presencia de los populares. Pero los acontecimientos se precipitaron poco después con el anuncio de la dimisión de Beitia.
«Queremos ir poco a poco», comentaban la pasada semana desde su equipo a la vez que explicaban que la vorágine de acontecimientos de las últimas fechas le ha coincidido con una serie de asuntos personales -vinculados a citas médicas de familiares-. Precisamente este ha sido el argumento que ha utilizado Beitia para poner fin a diez años de aventura política y 15 días de carrera electoral. Aunque las últimas líneas del comunicado en el que informa de su renuncia también explica más de lo que parece a simple vista: «Este comunicado es la única declaración pública que realizará Ruth Beitia, quien pide que se respete su decisión».
Ruth Beitia se convirtió en uno de los diez temas más comentados en Twitter en apenas quince minutos desde que se anunció su renuncia a encabezar la lista del PP en Cantabria. La medallista olímpica volvió a demostrar su tirón nacional, con el que se suponía que iba a competir con Revilla, y acumuló más de 2.500 mensajes con su nombre en las primeras horas tras el sorprendente anuncio que ponía fin a sus 15 días de candidatura. El perfil oficial de Beitia se mantuvo en silencio, como lo ha hecho desde el 11 de enero tras su entrevista en Onda Cero.
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