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Han pasado quince días desde la administración de la primera dosis de la vacuna de Pfizer contra el covid en Cantabria. El balance de esa semana llenó de críticas la campaña puesta en marcha en la región. ¿El motivo? El ritmo. Con 304 pinchazos sólo ... a los trabajadores y residentes del Centro de Atención a la Dependencia (CAD) de Cueto, Cantabria era la comunidad autónoma que menos dosis había inyectado, apenas el 5,2% del total de las recibidas. Tras registrar esos datos, la estrategia dio un giro y el Gobierno aceleró la campaña. Incluso, a costa de modificar sin previo aviso el orden de prioridad marcado en su protocolo de vacunación. Las quejas relacionadas con el lento arranque -que siguen- han dado paso a las de la segunda semana, que giran en torno a la sensación compartida entre la oposición y profesionales sanitarios de «desorganización» y de caminar a golpe de «improvisación».
Si se ponen sobre la mesa los datos acumulados de una y otra semana, queda claro que la comunidad autónoma ha dado un impulso a la campaña. La pregunta es si hay un plan definido o sólo un intento por mejorar las cifras. A estas alturas del mes de enero, la región ha administrado ya 8.063 dosis de la vacuna de Pfizer. Es decir, el 68% del total de las recibidas, según los últimos datos del Servicio Cántabro de Salud, que recogen los relativos a la jornada precedente, en este caso el 9 de enero (sábado).
Para poder hacer un ranking, hay que fijarse en el informe del Ministerio de Sanidad con los datos a nivel nacional. El último publicado es del viernes y ahí, con el 19% de las vacunas administradas, se volvía a situar a Cantabria a la cola, sólo por delante de Madrid. Pero falta conocer la posición de la región tras este fin de semana. Aún así, es posible hacer una comparativa con la comunidad vecina que, además, iba a la cabeza en el ritmo de vacunación: Asturias. Allí el viernes se terminó la administración de la primera dosis en los centros de personas mayores. Lo que, aproximadamente, supone pinchar a 21.000 personas entre residentes y trabajadores. Terminado esto, empezarán hoy con los sanitarios de primera línea.
CRÍTICAS
EQUIPOS DE ENFERMERÍA
ORDEN DE PRIORIDAD
QUEJAS
En Cantabria, tras parar durante los festivos navideños y el primer fin de semana del año (otras comunidades autónomas no hicieron ese descanso), el lunes 4 se retomó la vacunación en el centro sociosanitario Padre Menni de Santander para seguir con la inmunización de usuarios y profesionales de los centros de mayores. El grupo, en principio, prioritario. Fueron poco más de 300 pinchazos en un día. Suficientes -no era difícil con los datos y los parones- para superar los de la semana anterior.
Mientras continuaban en la residencia, que se enteró de su turno por este periódico, se anunció que durante la semana los viales llegarían también a la residencia de Santa Lucía (Santander) y al Asilo San José de Torrelavega. En esta última, el lunes aún desconocían el protocolo y el día exacto de su campaña. Finalizada la semana, aunque Sanidad no ha facilitado a este periódico el dato solicitado del número de residencias ya vacunadas, según ha podido saber El Diario al menos ya ha finalizado en esas dos que se anunciaron públicamente -ayer mismo en el Asilo- y se ha acudido a pinchar a otros centros (aunque aún resta para que estén todos).
A la par que se ha desarrollado esta parte de la estrategia, y sin haber terminado de dar la primera dosis en todos los centros de mayores, comenzaron en el Hospital de Valdecilla. Allí estaba previsto arrancar la campaña el jueves, al menos así lo anunció el Gobierno regional. Sin embargo la primera entrega de viales llegó el martes 5 de enero sobre las 16.00 horas. Otro cambio en la planificación. Ese día se inyectaron 250 dosis a lo largo de la tarde, otras 500 al día siguiente y 1.000 el jueves. En total, hasta el sábado, 4.700 trabajadores habían recibido ya la primera dosis. Es decir, el 58% del total de las administradas en la región hasta esa misma fecha. Y con la previsión de que ayer fuera la última jornada y superar así las 5.000 personas vacunadas en el centro. Además, entre Sierrallana y Tres Mares se han vacunado 470 profesionales, y en el hospital de Laredo, otros 196.
Al contrario que en la primera semana, esta vez sí hubo pinchazos durante la jornada festiva y a lo largo del fin de semana. Pero esos dos días de vacunación han dejado imágenes, difundidas por el Sindicato Médico, de «aglomeraciones» y largas colas, con esperas de varias horas, según denunció este colectivo. «Improvisación» y prisa, dicen. «Caos». A esas críticas se sumó también la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga. «A este esperpento el consejero de Sanidad le llama vacunar de forma ordenada, programada y segura. Quiere batir un récord mundial para intentar tapar el ridículo».
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Esa presunta falta de previsión la han percibido varios sectores profesionales que insisten en que la rapidez actual ha hecho que incluso se salte el orden de prioridad marcado en el protocolo. El personal sanitario de primera línea debía ser, en todo caso, el primero en recibir el pinchazo. No obstante, hay servicios que aún no han sido convocados. A los trabajadores del 061 o de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), que forman parte de ese grupo porque están en contacto diario con pacientes covid, no se les ha dado cita hasta esta semana. Mientras tanto, hay personal no sanitario que forma parte de la plantilla de Valdecilla que ya ha pasado por algún punto de vacunación. Algunos sin cita previa.
No obstante, no sólo ha variado en cuestión de días el orden de los colectivos, también la organización. La campaña arrancó con cuatro equipos de enfermería (formados por dos personas) que iban a ser los encargados de administrar las vacunas. Un número que se vio insuficiente. Por ejemplo, Asturias empezó con cincuenta. El consejero señaló que había más personal preparado, pero que estaba formándose. En el dispositivo de esta semana, buena parte de los equipos de vacunación se han formado con personal de enfermería propio de los hospitales y de Atención Primaria, que se han encargado tanto de la reconstrucción de las dosis como de inyectarlas. De ahí que, en un día, Valdecilla pudiera llegar al millar de dosis y que durante el fin de semana se haya vacunado a toda la plantilla.
Rodríguez anunció que una vez la vacunación llegara al personal sanitario, aumentaría el ritmo. Y de eso acusa precisamente la oposición al Ejecutivo. Según Félix Álvarez, de Ciudadanos, el Gobierno -antes de finalizar con el grupo prioritario, que son las personas mayores- ha apostado antes de lo que anunció por la vacunación masiva de sanitarios para dar la vuelta a las cifras. «Sólo le importa mejorar la estadística», señaló. Y extendió la denuncia a otro punto que ha generado polémica, que los viales de Pfizer ya han llegado al Centro Penitenciario El Dueso mientras algunas residencias «siguen esperando» su turno para la primera dosis. Los mayores, señaló ayer Álvarez, son «los más vulnerables y es urgente vacunarlos primero». El protocolo es, insiste, «claro» y les sitúa como grupo preferente.
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