Los cántabros de 18 a 29 años podrán autocitarse para la vacuna desde el 2 de agosto, confirma Rodríguez

Pero, por ahora, la región continuará la campaña de vacunación en el grupo de 30 a 39 años, que es en el que está centrada la estrategia de esta semana. El consejero ha garantizado que el Servicio Cántabro de Salud cuenta con los «recursos humanos» necesarios para administrar las dosis conforme llegan a la región, para despejar dudas sobre el hecho de que los centros de salud dejan ya de citar para primeras dosis debido a que el personal coge vacaciones. Según sus datos, a lo largo de esta semana, la Administración sanitaria espera terminar con las segundas dosis del colectivo de 60 a 69 años: ya solo queda un 16% de la población en este tramo de edad en pasar por los vacunódromos.

El consejero también se ha referido al hecho de que Cantabria ha entrado esta mañana en nivel 3 de alerta sanitaria al registrar un paciente más en la UCI que la jornada anterior. Es decir: «de forma puntual», ha matizado. Rodríguez ha subrayado que los datos sí «consolidan» el nivel 2 y que «de mantenerse» éste, podría tener repercusión en la evaluación del semáforo covid de la semana que viene. No obstante, las cifras varían diariamente y, en su opinión, también es posible que esta tarde Cantabria deje atrás este nivel 3.

En este sentido el consejero ha señalado que «debemos de ser prudentes» a la hora de adoptar nuevas restricciones porque «los efectos no se notan de forma inmediata. Se asciende muy rápido y luego cuesta bastante rebajar esas cifras», ha resumido. En su equipo calculan que esos efectos podrían reflejarse en torno a 12 o 14 días, por lo cual «no debemos tomar medidas de forma precipitada». El virus «asciende muy rápido pero rebajarlo cuesta mucho tiempo», ha apostillado.

En este sentido ha afirmado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las policías locales le han transmitido que «se está cumplido en toque de queda», lo que reduce las interacciones sociales y de hecho ya se está viendo en los jóvenes, donde la incidencia está bajando en el grupo de 20 a 30 años.

Además, la previsión de la Consejería es que haya «una estabilización» de los datos generales de incidencia para a continuación descender.

Así, Sanidad va a esperar «a ver cómo evolucionan los datos de contagios a la vista de las medidas» que entraron en vigor la semana pasada, con toques de queda en la mitad de los municipios de la región. Eso sí, en Salud Pública están «contentos» por el cumplimiento de las restricciones que hasta ahora se está registrando por parte de la ciudadanía, lo que sirve para «reducir la interacción social». ¿La previsión? Qué los datos de incidencia se estabilicen y las medidas se dejen sentir en los datos diarios.

En cuanto a las mascarillas, Rodríguez ha explicado que la postura de Cantabria es «respetar» que no se lleve mascarilla en el exterior, pero ha recordado que primero debe cumplirse una condición y es que «se pueda mantener la distancia» de seguridad. El consejero considera que ese levantamiento «ha producido una falsa sensación de seguridad», pero que la mascarilla sigue haciendo falta. En todo caso, al ser una medida sanitaria que se adoptaría por razones de salud pública, el Gobierno regio al podría adoptará «sin necesidad del respaldo de los jueces».